El Ayuntamiento de Murcia ha tomado la decisión firme de demoler un edificio que ha causado serios problemas en la pedanía de Javalí Viejo. Este inmueble, situado en la calle San Nicolás, obstruyó la vía tras la devastadora tormenta del 26 de septiembre de 2022, evento que resultó en la trágica pérdida de un vecino y en numerosos daños materiales, según han declarado fuentes municipales en un comunicado oficial.

La estructura en cuestión ocasionó un significativo estrangulamiento en la calle San Nicolás, lo que agravó las inundaciones en la zona. La acumulación de agua provocada por el taponamiento, causado por la corriente de vehículos y otros enseres, generó un efecto represa que complicó aún más la situación en la pedanía, afectando a la seguridad de los residentes.

Frente a esta problemática, el Consistorio tomó la decisión de expropiar el inmueble con el objetivo de llevar a cabo su demolición. La toma de posesión de la propiedad tuvo lugar el 23 de octubre de 2023. Cabe destacar que este edificio, construido en 1960, está situado en una Zona de Policía y parte de él en la Zona de Servidumbre de la Rambla de la Ventosa, lo que obligó a las autoridades a obtener la correspondiente autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para proceder con su demolición. Esta autorización fue concedida a finales de marzo de este año.

En julio pasado, se finalizó la redacción del proyecto de demolición, el cual cuenta con un presupuesto establecido de 23.720,38 euros. Este monto permitirá iniciar, en los próximos días, las obras de demolición, dado que ya se han recibido todas las autorizaciones requeridas y se ha procedido a la retirada del cableado y la farola existentes en la zona, según informan las mismas fuentes oficiales.

Pronto se llevarán a cabo los trabajos de demolición, que se licitarán utilizando un sistema de demolición combinada, debido al mal estado de conservación del edificio. Esta metodología se ha seleccionado con el propósito de garantizar la seguridad tanto de los viandantes como de los trabajadores y las edificaciones aledañas. Se estima que el plazo de ejecución de estos trabajos será de aproximadamente un mes. Una vez completada la demolición, se permitirá la ampliación de la calle San Nicolás, un proyecto ya contemplado en el planeamiento urbano, lo que facilitará un desagüe más eficiente y evitará futuros estrangulamientos y taponamientos.

Finalmente, la demolición de este inmueble no solo eliminará el estrangulamiento existente en la calle San Nicolás, sino que también contribuirá a asegurar un desagüe más efectivo en la zona, reduciendo así los riesgos de inundación durante intensas lluvias, lo que es crucial para la seguridad y bienestar de los vecinos.