La situación de la seguridad y el orden público en la Región de Murcia ha tomado un giro significativo con la reciente detención de tres individuos, a quienes se les atribuye la presunta autoría de un notable robo que involucra más de 16 kilómetros de cable de cobre. Este hecho, que llama la atención por su magnitud, ha sido el resultado de una ardua labor de investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, inmersa en su 'Plan contra el robo de cobre'.

En esta operación, conocida como 'Draht', la Guardia Civil ha desmantelado un grupo delictivo compuesto por tres personas, quienes han sido arrestadas bajo la acusación de cometer hurtos en las instalaciones de telecomunicaciones a lo largo de varios municipios. La operación se inició tras la detección de un creciente número de delitos relacionados con la sustracción de cableado, lo cual había creado una atmósfera de inseguridad en el sector de las telecomunicaciones.

El Equipo Roca, especializado en la lucha contra robos en el campo, fue el encargado de dar pie a esta investigación al percatarse de la alarmante reducción del cable de cobre en las comarcas del Noroeste y Río Mula. Este tipo de delitos no solo afectan el funcionamiento de las comunicaciones, sino que también siembran preocupación y desconfianza en las comunidades afectadas, que ven cómo su infraestructura es vulnerada.

Los agentes de la Benemérita llevaron a cabo una serie de investigaciones meticulosas con el principal objetivo de recolectar pruebas sobre los robos ya perpetrados y, de manera simultánea, implementar dispositivos de vigilancia para detectar cualquier actividad sospechosa que pudiese estar ligada a estos delitos. Tal esfuerzo busca no solo esclarecer los hechos, sino también prevenir nuevos incidentes que pudieran complicar aún más la situación.

A través de estas indagaciones, la Guardia Civil identificó a un grupo de sujetos que aparentaban ser los responsables de los robos. Además, lograron determinar la metodología que utilizaban y su notable capacidad para movilizarse, lo que aumentaba su eficacia en la ejecución de los delitos. Este conocimiento les otorgaba una gran ventaja, permitiendo que llevaran a cabo sus actividades delictivas con una agilidad inquietante.

Los detenidos poseían un profundo conocimiento de las rutas y la red de cableado de telecomunicaciones en la Región de Murcia. Esta información les permitió planificar meticulosamente sus actuaciones delictivas, lo que implica que su vinculación con el sector de mantenimiento de telecomunicaciones es más que probable. Tal experiencia los convertía en amenazas significativas para la seguridad de las infraestructuras locales.

Su modus operandi incluía el uso de una furgoneta decorada con logotipos de empresas, un intento obvio de pasar desapercibidos entre la población. Utilizaban herramientas especializadas que les facilitaban realizar sus robos de la forma más eficiente posible, maximizando el daño en las instalaciones y minimizando el riesgo de ser atrapados in fraganti.

A lo largo de la investigación, la recopilación de pruebas y varias inspecciones permitieron a los agentes establecer vínculos claros entre múltiples delitos en diferentes localidades, lo que subraya la amplitud de la actividad criminal de este grupo. Las consecuencias de sus actos han sido severas, no solo en términos de pérdida de equipo, sino también en los daños materiales resultantes de la sustracción de materiales preciosos como el cobre.

Finalmente, tras reunir todas las evidencias necesarias, la Guardia Civil culminó la primera etapa de la operación 'Draht' con la detención de los tres sospechosos, quienes ahora enfrentan cargos por hurto. Hasta el momento, se conocen once delitos específicos vinculados con esta red delictiva, perpetrados en localidades como Abarán, Caravaca de la Cruz, Cieza, y otras, con un total que sobrepasa los 16.730 metros de cable sustraído.

A pesar de estas detenciones, la Guardia Civil ha dejado claro que la operación continúa en curso, y no se descarta la posibilidad de identificar a más implicados en esta red delictiva que ha asolado a la región. La lucha contra este tipo de delitos sigue siendo un tema prioritario para garantizar la seguridad y la estabilidad en nuestras comunidades.