MURCIA, 6 Oct.
El juez ha culpado a diez años de prisión al sujeto acusado de haber matado a otro asestándole una puñalada en el lapso de una discusión que sucedió dentro de un bar de Caravaca de la Cruz en el mes de julio de 2020.
En preciso, el magistrado ha culpado al acusado como creador de un delito consumado de homicidio con la atenuante de embriaguez como situación modificativa de la compromiso criminal.
El juez ha dictado esta sentencia una vez que el Jurado Popular haya proclamado unánimemente culpable al acusado de un delito de homicidio, sin que haya causas para pedir un indulto. El magistrado ha dictado esta sentencia de viva voz tras el acuerdo alcanzado por la Fiscalía y la defensa del acusado, que se enseñaron conformes con la pena.
Según el veredicto, el Jurado ha proclamado probado unánimemente que el solicitado del lugar llamó la atención al acusado, le mencionó que no le iba a ser útil mucho más bebidas alcohólicas y le solicitó que abandonase el local.
Ante la negativa a irse del local, la víctima le ha dicho al procesado que se abstuviese de proseguir alterando el orden, a eso que el atacante le dió un golpe suave. Finalmente, el solicitado del lugar le forzó a salir de las instalaciones, así como ha proclamado probado el Jurado unánimemente basado en los presentes.
A continuación, el acusado se habría dirigido a su casa, cogió un cuchillo de 12 centímetros de hija y regresó minutos después al lugar. "El acusado lo declaró y presentes presenciales lo vieron", según el Jurado.
Mientras tanto, el fallecido asimismo había descuidado el lugar y estuvo fumando un cigarrillo y paseando con un amigo, tratando llamar a la Policía, sin lograrlo. A continuación, regresó al lugar.
El acusado volvió al bar, se situó en oposición al mismo y, blandiendo el cuchillo, decidió vocear: "negro, sal". A continuación, la víctima se dirigió a él diciéndole que se calmase, instante en el que el atacante le dió una puñalada en el cuello, mientras que le afirmaba: "hijo puta, muérete".
Las lesiones eran irresolubles, así como establece el veredicto, que añade que múltiples clientes del servicio lograron achicar al acusado hasta la llegada de la Policía Local.
El Jurado asimismo ha considerado probado unánimemente que el procesado había ingerido bebidas alcohólicas desde el mediodía de esa día. Asimismo, olía a alcohol siendo atendido en el Hospital y dio positivo en cocaína en los exámenes en sangre.
A pesar de no ser ligado del alcohol, el Jurado ha considerado demostrado que las facultades del acusado estaban disminuidas por el exceso de bebidas alcohólicas y por el consumo de cocaína.