MURCIA, 19 Jun.
El hermoso humedal de Wesenberg, un pequeño pueblo ubicado el nordeste de Berlín, ha acogido esta tarde un nuevo capítulo de la idea artística global del pintor y escultor Cristóbal Gabarrón (Mula, Murcia, 1945) llamada 'Campo', donde el reconocido muleño pinta directamente una obra de enorme formato mientras que distintos desarolladores locales despliegan intervenciones improvisadas que se retroalimentan entre sí.
En esta ocasión, la iniciativa llegaba con el título de 'Llamando a las puertas del cielo', un punto de arranque que fué evolucionando merced a estas intervenciones plásticas, cuya actuación conjunta está en la esencia de 'Campo', adoptando al final el nombre de 'Siete sonidos, una partitura'.
El ámbito elegido es el Bei Wu Sculpture Park Wesenberg, un parque de estatuas que combina un espacio al aire libre con salas interiores, con el que Gabarrón sostiene una próxima relación. Situado en el paraje natural de Weissen See, tiene un lago cubierto de campo y bosque. Este museo forma parte a la Fundación Peter Wilmot Thompson que se transforma de este modo en el tercer colega de la Fundación Gabarrón para conmemorar por medio de 'Campo' el 30 aniversario de su creación.
Allí, Gabarrón dejó volar su imaginación para desarrollar su action painting: la creación de un enorme cuadro sobre un cuadro de 3 por 9 metros, marca de la vivienda de 'Campo', trabajado en acrílico.
Su participación se vió nutrida por las distintas actuaciones improvisadas, múltiples de ellas de origen oriental, como la exhibe de poesía china por la parte de Yang Lian, o las interpretaciones con 2 instrumentos chinos que han realizado Lin He con el guquin, que tiene siete cuerdas y es de la familia de la cítara, y Franziska Weiss al erhu, popular como 'violín chino de 2 cuerdas'.
En el acontecimiento asimismo se ha escuchado poesía en alemán con la voz de Cornelie von Bismarck y la flauta tradicional de Martina Dallmann. La Deutsche Dance Company fué la encargada de la coreografía y danza.
Asimismo, el fotógrafo artístico Wolf von Lindenfels ha recogido con su cámara los datos de la cita, y como conclusión y para su fichero, todo el desarrollo fué rodado por el aparato de Michael Th. Omilian.
Arropado por estas actuaciones, Gabarrón ha acabado su cuadro mural, en el que un enorme círculo azul domina el centro, flanqueado por 2 figuras encarnadas, y una gruesa línea negra atraviesa la escena por la parte de arriba, inspiradas eminentemente por la actuación de danza. Finalmente, el nombre elegido para esta obra que aparece del happening germano es el de 'Siete sonidos, una partitura'.
Este nuevo acercamiento colaborativo estuvo comisariado por el artista y crítico Fré Ilgen, y ha contado como presentes con cincuenta de personas, entre aquéllas que estaban distintos representantes de la sociedad local como Christian-Friedrich Dallmann, directivo del 'Concerto Brandenburg'.
Con la decisión de este parque escultórico emplazado en la llanura lacustre, el artista plástico desea admitir el enorme esfuerzo que efectúa la fundación en todo el mundo que dirige estas instalaciones museísticas por linkear arte y naturaleza.
Y es que, entre las raíces de 'Campo' está exactamente en poner en valor el patrimonio integral, el que hermana cultura y naturaleza. A ello se une su deseo de descansar la mirada en pequeñas localidades, haciendo más fuerte lo local en frente de lo universal, pero sin desatender a este. Por eso, la idea recala en comunidades reducidas con un interés particular.
Estos microeventos cosmopolitas de 'Campo' integran una filosofía cultural muy concreta de Cristóbal Gabarrón que aborda múltiples escenarios. De un lado, ponen en valor cada sitio y cada fecha de cara a los artistas del ambiente, a los visitantes y a la sociedad donde se lleva a cabo, creando en todos y cada ocasión una foto cultural local de ese momento.
Asimismo, la acción trata de tener un calado nacional, en la medida en que el avance de cada happening se recopila en un reportaje que más tarde se exhibirá en distintas salas, tal como en un catálogo explicativo.
Y, por último, ya que estos encuentros artísticos van a recorrer diferentes puntos del mundo, Gabarrón compartirá con las sociedades los puntos que haya embebido de las etnias artísticas del todo el planeta, enlazando de esta forma con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que entroncan con la educación, la reducción de las desigualdades, la civilización y el precaución del mundo.
'Campo' es una idea dirigida por la Fundación Gabarrón que fomenta una secuencia de encuentros artísticos por todo el planeta con ocasión de la celebración de su trigésimo aniversario. La iniciativa, que arrancó el pasado mayo en Mula, la ciudad natal del artista, y que hizo una segunda intervención en La India, se desarrollará a lo largo de un par de años en entornos geográficos de los cinco continentes, de particular interés para Gabarrón.
De este modo, en una primera ronda recalará en el Harlem de Nueva York, y en pequeñas localidades de Malta, Egipto y Nepal; para entonces conocer Australia, Canadá, Chile/Costa Rica/México, China, Ghana/Sudáfrica, Qatar y terminar en España.