MURCIA, 28 Ene.
Los adelantos en las indagaciones arqueológicas llevadas a cabo en el abrigo paleolítico de La Capilla, ubicado en el monte de Los Ásperos, en Santomera, patentizan la existencia de neardentales. En la última campaña efectuada fueron logrados escenarios de la Edad de Hielo, cerca de los 20.000 años antes del presente, con descubrimientos de fósiles de enormes mamíferos consumidos por los humanos.
Concluye de este modo la segunda campaña de intervención arqueológica Proyecto enmarcado en 'Santomera Milenaria: puesta en valor del patrimonio arqueológico y etnográfico', que desarrollan la Asociación Patrimonio Santomera y el Ayuntamiento de la ciudad.
Por el yacimiento pasaron expertos como el instructor de Prehistoria de la UMU Ignacio Martín Lerma, João Zilhão paeloantropólogo de la Universidad de Barcelona y experto en Neandertales y el instructor emérito Michael Walker catedrático de Paleoantropología de la UMU, coincidiendo todos ellos en el potencial y también interés del yacimiento.
El Abrigo de la Capilla se descubrió en la campaña de Prospección Arqueológica que se desarrolló en 2018, documentándose entonces múltiples fases cronológicas con relación a los materiales que se dieron a conocer en área, estas fases van desde el Paleolítico Medio (cien.000-40.000 antes del presente) con la existencia de Neandertales hasta nuestros días donde ciertos pastores recientes lo han usado como región de reposo o cobijo.
Es un espacio destinado al sur que controla visualmente múltiples vías de comunicación (Rambla Salada, la Cañada Perdida o el Corredor de la A7) que fueron recorridas desde épocas recónditas tanto por la fauna salvaje como por pastores trashumantes en épocas mucho más recientes. A estas condiciones se le suma la riqueza biológica que debió darse en el área tal como la cercanía de la primordial fuente de aprovisionamiento de materias primas como el sílex que representó Rambla Salada.
En estas 2 campañas se han alcanzado escenarios de la Edad de Hielo, cerca de los 20.000 años antes del presente, con descubrimientos de fósiles de enormes mamíferos como el caballo (Equus ferus) o ciervo (Cervus Elaphus) consumidos por los humanos.
Además han aparecido una cantidad enorme de piezas líticas correspondientes a diferentes ocupaciones humanas entre aquéllas que resalta la talla lítica en sus fases y la caza, y donde están múltiples fósiles directivos que necesitan en su contexto arqueológico la cronología de estas fases del paleolítico.
Se trata con relación a las dimensiones del abrigo de entre los yacimientos mucho más ricos en lítica de nuestra zona (con cientos de piezas para organizar), que seguramente va a suponer un jalón en el estudio del Paleolítico en el sur peninsular.