El pasado sábado 16 de noviembre, el Palacio de Ibn Mardanís, conocido popularmente como el 'Rey Lobo', se convirtió en un escenario cultural de gran relevancia al acoger un evento del proyecto 'Ámbito Gabarrón Tres Culturas'. Este proyecto culminó en una obra titulada 'Tres ecos. Una historia', creada en tiempo real por el reconocido artista Cristóbal Gabarrón, en colaboración con el grupo de percusión Perkilusionist, así como con la dirección de danza contemporánea a cargo de Sebastián Gómez-Lozano, quien contó con la participación de los bailarines Candela Leal Prieto, Andrea Carrión García y Daniel García. Todos ellos improvisaron una emotiva coreografía frente a los históricos muros del Castillejo, trayendo una vibrante mezcla de arte a este emblemático lugar.
La 'performance' no solo incluyó la danza y la música, sino también la participación de reconocidos artistas como los troveros Patricia Navarro y Emilio del Carmelo Tomás Loba, así como el poeta Carlos Aganzo y el DJ y crítico musical Miguel Tébar, conocido artísticamente como M. Lacroix. Otra figura destacada fue el rapsoda Joan Fabrellas, quien recitó poemas que celebraban la interconexión de las tres culturas presentes en el evento. Este encuentro cultural no solo enriqueció la experiencia artística, sino que también subrayó la diversidad y la riqueza de la historia de Murcia.
Con este evento, se marca un hito significativo en la preparación para la conmemoración del 1.200 aniversario de la fundación de Murcia, que se celebrará en 2025, un acontecimiento que recuerda la fundación de la ciudad por Abderramán II en el año 825. Sin duda, el Palacio de Ibn Mardanís se ha consolidado como un espacio cultural de gran referencia, capaz de acoger iniciativas que reflejan la herencia y el legado del pueblo murciano.
Durante la celebración, Gabarrón creó un impresionante mural de 3 por 9 metros en medio de esta 'performance', fusionando música, danza, poesía y ciencia en un entorno impregnado de historia. Su obra, 'Tres ecos. Una historia', se presenta como un símbolo de libertad, invitando a los espectadores a explorar nuevos entornos y horizontes creativos. Gabarrón ha trabajado en tres grandes esferas, cada una vinculada a una de las tres culturas, que a su vez se asocian a los colores primarios: amarillo, rojo y azul, mostrando cómo el arte puede ser un puente entre distintas tradiciones y legados.
Las esferas también se entrelazan con los puntos de fuerza del Rey Lobo, representando el Castillo de Monteagudo, el Palacio fortificado de Ibn Mardanís y el Castillo de Larache, formando un 'skyline' del paisaje que nos conecta con la historia de la región. En su composición, Gabarrón ha incluido momentos que evocan la danza, la música y la poesía de Ibn Arabí, así como de diversos poetas de las tres culturas que han rodeado el Mediterráneo: musulmana, cristiana y judía.
Una de las características más sorprendentes de la obra de Cristóbal Gabarrón es su capacidad para plasmar la invisibilidad de los cuatro elementos, así como la memoria del territorio. A través de su trabajo, logra materializar estas ideas usando materia, movimiento y color, logrando una composición final que narra un paisaje simbólico y refleja la naturaleza que rodea el Palacio de Ibn Mardanís.
Además, la ciencia ha sido una incorporación innovadora al proyecto internacional 'Ámbito'. Gabarrón ha creado su obra en diálogo con la música, la danza y la poesía, utilizando un moderno dispositivo que registró sus constantes y redes neuronales. Este aspecto científico fue desarrollado por el equipo a cargo de la catedrática en Medicina de la Universidad de Murcia, María Trinidad Herrero, quien lidera el Departamento de Neurociencia Clínica y Experimental (NiCE). Este enfoque multidisciplinario resalta cómo el arte y la ciencia pueden converger para enriquecer la experiencia cultural.
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