MURCIA, 7 Nov. - La Delegación Territorial del Colegio de Geógrafos de la Región de Murcia ha lanzado una alarmante advertencia sobre la "falta de medidas preventivas eficaces" para enfrentar el problema de las inundaciones que, una vez más, ha mostrado su cruda realidad a través de los recientes desastres naturales. En este sentido, proponen un conjunto de recomendaciones "urgentes" para mitigar los efectos de la DANA.

Este colectivo profesional ha subrayado en un comunicado que los eventos de inundación han revelado, de manera contundente, la vulnerabilidad inherente de nuestras ciudades y ecosistemas naturales ante fenómenos meteorológicos extremos. Este dilema no puede ser ignorado por las autoridades competentes.

Conscientes de la gravedad de la situación, han hecho un "llamamiento a la acción" que articula tres líneas de acción consideradas "fundamentales": la educación, la coordinación entre administraciones y la atención a la experiencia profesional en la gestión del territorio. Estas son piezas clave que deben integrarse de manera efectiva.

Desde el colegio, se considera "crucial" que la educación relacionada con la gestión de riesgos se incorpore al currículo escolar. Argumentan que es fundamental que las nuevas generaciones entiendan el territorio en el que habitan y las dinámicas naturales que lo rigen, con la finalidad de que estén mejor preparadas para afrontar futuros desafíos.

Específicamente, se señala que el sistema educativo debería incluir contenidos que no solo informen sobre el funcionamiento de fenómenos naturales como las inundaciones, sino que también enseñen a los alumnos cómo actuar de forma adecuada en situaciones de emergencia. De esta manera, se contribuiría a forjar una sociedad más informada y resiliente.

En otro ámbito, la Delegación Territorial ha hecho hincapié en que la coordinación efectiva entre las distintas administraciones -locales, regionales y nacionales- es "esencial" para hacer frente a fenómenos de esta magnitud. El esfuerzo conjunto puede marcar la diferencia en la gestión de crisis.

Asimismo, se ha destacado que la planificación territorial y la implementación de medidas de prevención deben ser resultado de un esfuerzo coordinado que integre los recursos y competencias de todos los niveles de gobierno. Este llamado a la acción es un indicativo claro de la necesidad de una estrategia común.

Por lo tanto, el colegio ha instado a las administraciones a desarrollar planes de acción que sean "unificados y eficientes", de modo que se logre "optimizar la respuesta y reducir los impactos" de futuros desastres naturales. La proactividad es esencial en estos momentos.

En la misma línea, han enfatizado la importancia de incorporar la experiencia de profesionales en geografía y gestión del territorio dentro del ámbito de las políticas públicas que guían la planificación urbana y rural. Ignorar sus recomendaciones podría resultar en consecuencias desastrosas.

“No podemos permitirnos esperar a que se produzcan desastres para atender las sugerencias de los expertos; su inclusión debe ser esencial en el proceso de toma de decisiones y en el desarrollo de estrategias de prevención y adaptación a las nuevas realidades climáticas. La inversión en prevención y adaptación siempre será menos costosa que la reconstrucción”, han afirmado con firmeza.

Finalmente, el organismo ha resaltado que invertir en prevención, planificación y educación es "mucho más rentable a largo plazo que las inversiones requeridas para la reconstrucción", asegurando que "cada euro destinado a medidas de adaptación y al fortalecimiento del tejido social y natural ante fenómenos extremos es un ahorro en costos, tanto económicos como humanos, cuando se producen destrucciones cíclicas".

En conclusión, las recientes inundaciones en Valencia son un claro recordatorio de que la acción inmediata y conjunta es indispensable, con el conocimiento científico y geográfico como base fundamental de cualquier estrategia territorial. La responsabilidad recae en todos nosotros para actuar con sensatez y visión a futuro.