Inician en octubre los escaneos láser en el naufragio fenicio de Mazarrón II

El escaneado láser de las porciones extraídas del barco fenicio 'Mazarrón II' está previsto para comenzar el 10 de octubre, con el objetivo de finalizar en noviembre, mientras que su exposición al público no se espera hasta 2029 o 2030.

MAZARRÓN (MURCIA), 28 Sep.

Los arqueólogos a cargo de la intervención arqueológica para la extracción de este pecio histórico, el investigador de la Universidad de Valencia Carlos de Juan y el profesor Agustín Díez Castillo, están trabajando en la extracción y el escaneo láser de las piezas recuperadas.

El escaneado láser, que se realiza en laboratorio, es fundamental para documentar cada parte del pecio con alta precisión, lo que permitirá a los investigadores realizar un estudio detallado del mismo. Además, servirá como referencia para los procesos de conservación de las maderas del barco, que se hundió hace 2.600 años.

El pecio se ha dividido en 22 porciones, cada una de las cuales se somete a limpieza mecánica y escaneado láser en el laboratorio. El proceso de escaneado garantiza una documentación detallada y de alta calidad en un tiempo rápido, crucial para evitar el secado de las piezas al sacarlas del agua.

Los arqueólogos esperan completar la extracción y el escaneo para el 10 de noviembre, aunque esta fecha puede variar según las condiciones del clima marítimo. La exposición pública del pecio está prevista para 2029 o 2030, considerando la lenta pero necesaria labor de conservación de las piezas.

La intervención se lleva a cabo gracias a un convenio de colaboración entre la Universidad de Valencia y la Comunidad Autónoma de Murcia, en un proyecto integral que cuenta con la participación del Ministerio de Cultura a través de su Museo Nacional de Arqueología Subacuática y su laboratorio ARQUAtec en Cartagena.

De Juan ha destacado la previa planificación y preparación del equipo, lo que ha evitado problemas durante los trabajos de extracción. A pesar de que hasta ahora se han encontrado los elementos esperados, la extracción de ciertas partes puede presentar desafíos inesperados debido a la complejidad de la estructura del barco.

La delicada operación de extracción final, que implica la porción 22, la quilla con las dos tracas de aparadura, requiere una cuidadosa manipulación en agua y una técnica especial para su traslado a la superficie. Este último y crucial paso pondrá a prueba la destreza y concentración del equipo arqueológico.