La Comunidad presenta en el Museo de Bellas Artes una exhibición de retablos de arquitectura ficticia de Pablo Sistori.
Un artista italiano del siglo XVIII, Pablo Sistori, ha dejado un legado artístico a través de los retablos fingidos que se conservan en la Región de Murcia y la provincia de Albacete.
MURCIA, 8 May.
La exposición titulada 'Pablo Sistori (Sirtori), maestro del retablo fingido', se inauguró en la Logia del Museo de Bellas Artes de Murcia y estará abierta al público hasta el 1 de septiembre. La muestra reúne el estudio de los retablos fingidos a través de diez paneles explicativos, con fotografías de alta resolución y textos didácticos, realizados por el pintor italiano Pablo Sistori en el siglo XVIII.
El director general de Bienes Culturales, José Francisco Lajara, inauguró la exposición, comisariada por Marta Plaza y Miguel Ángel Maure de la Universidad Complutense de Madrid. Lajara ha destacado que la exposición profundiza en las pinturas murales realizadas por Sistori, así como en su técnica y materiales utilizados.
La muestra ofrece un estudio detallado de los 17 retablos que se conservan de este artista, datados en el último tercio del siglo XVIII. Estas obras reflejan los cambios estéticos y funcionales en el Reino de Murcia en aquel período de transformación.
La exposición forma parte del proyecto de investigación 'Los retablos fingidos españoles: geometría, técnica, historia y puesta en valor', en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Murcia y el Conjunto Monumental de San Juan de Dios, de la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes.
Lajara ha resaltado la importancia de dar reconocimiento a estas pinturas murales que históricamente no han sido valoradas. La pintura mural era un arte importante que embellecía templos e edificios con escenas religiosas y arquitecturas simuladas.
La incorporación de retablos fingidos fue una respuesta a la prohibición de construir retablos de madera en la época de Carlos III. Pablo Sistori destacó en esta técnica, dominando la perspectiva y creando obras tridimensionales en una base bidimensional.
Entre los 17 retablos conservados se encuentran obras en iglesias de Murcia, Cartagena, Jumilla y Albacete. Sistori, nacido en Milán, dejó un importante legado artístico en estas regiones, además de colaborar en la creación de escenografías para eventos religiosos.
Se sabe que Sistori se trasladó a Albacete y posteriormente a Madrid, donde realizó decoraciones para el Palacio de Villahermosa. Su calidad artística ha permitido que sus obras perduren en su forma original, evitando ser reemplazadas por retablos de madera o yeso.
Sistori tuvo un discípulo, Ginés Ruiz, y contó con la colaboración de Joaquín Campos en algunas de sus obras, demostrando la influencia y legado del artista italiano en la región.