MURCIA, 31 Dic. - En estas fechas navideñas, más allá de las comidas abundantes y sabrosas, también debemos tener en cuenta las posibles alergias alimentarias. Aunque la alergia al marisco suele ser la más común, según el jefe del departamento de Alergias del Hospital Santa Lucía de Cartagena, Ángel Huertas, en nuestro país mediterráneo las alergias más importantes están relacionadas con alimentos vegetales, especialmente los frutos secos, que son ingredientes fundamentales en los dulces navideños. Según Huertas, los frutos secos y las frutas de hueso son responsables del 80% de las alergias en nuestra zona.
Por lo tanto, Huertas advierte que las personas diagnosticadas con alergias deben estar muy atentas y asegurarse de conocer los ingredientes de los platos que consumen, especialmente cuando están fuera de casa. El alérgeno puede estar camuflado, por ejemplo, en una salsa. Además, es importante que las personas alérgicas lleven consigo adrenalina inyectable o comprimidos de corticoides o antihistamínicos en caso de reacciones alérgicas.
No haber experimentado nunca una alergia alimentaria no significa que nunca se vaya a tener. Según Huertas, para desarrollar una reacción alérgica, es necesario haber consumido previamente el alimento en cuestión. En ocasiones, en los servicios de urgencias del hospital, los médicos tienden a pensar que la alergia se ha producido por algo raro que se ha comido recientemente, pero lo cierto es que lo más común es que las alergias se desarrollen a los alimentos que se consumen a diario.
Es fundamental conocer los síntomas de las alergias alimentarias para poder acudir al médico lo antes posible. En su mayoría, los síntomas son leves y se limitan al picor de la boca, enrojecimiento labial o urticaria en la piel. Sin embargo, en casos excepcionales, puede producirse una reacción grave que ponga en peligro la vida, como la sensación de cierre de la glotis, hipotensión grave, náuseas, vómitos o diarrea.
El consumo de alcohol, el ejercicio físico leve o la ingesta de analgésicos después de haber consumido un alérgeno pueden desencadenar una reacción alérgica incluso cuando no habría ocurrido bajo otras circunstancias. Esto se conoce como el 'Síndrome de la Nochevieja', donde comer una uva, algo que normalmente no causa problemas, puede provocar una reacción más grave debido a la combinación de baile, consumo de alcohol u otros factores. Huertas advierte que este síndrome puede ocurrir con cualquier alimento.
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