Crónica Murcia.

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Molina de Segura y Salud trabajan juntos en la campaña '#Yonomebenzo' contra el uso de tranquilizantes.

Molina de Segura y Salud trabajan juntos en la campaña '#Yonomebenzo' contra el uso de tranquilizantes.

En un intento por combatir el abuso de tranquilizantes, especialmente de benzodiacepinas, la Dirección General de Salud Mental y el Ayuntamiento de Molina de Segura han relanzado la campaña ‘#Yonomebenzo’.

Esta estrategia, que comenzó en 2018 en el municipio, busca abordar el problema del uso excesivo de estos medicamentos en colaboración con farmacias, activos en salud y apoyos a personas con malestares.

En un esfuerzo por reducir el consumo, el Ayuntamiento de Molina ha recibido una financiación de 100.000 euros por parte del Servicio Murciano de Salud para llevar a cabo diversos programas de promoción y prevención de la salud.

Los farmacéuticos locales se encargarán de proporcionar orientación a los pacientes sobre el uso adecuado de las benzodiacepinas y de derivarlos a sus médicos correspondientes, con el objetivo de disminuir el consumo de estos tranquilizantes.

Según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, el consumo de benzodiacepinas ha aumentado considerablemente en la última década, reflejando una tendencia de medicación para afrontar situaciones cotidianas.

En la Región de Murcia, el consumo de benzodiacepinas ha experimentado un aumento anual del 6,5 por ciento en 2021, alcanzando las 101 Dosis por cada 1.000 habitantes y día.

En la población mayor de 65 años, se ha registrado un incremento del 3,8 por ciento en el consumo de benzodiacepinas, superando las 236 Dosis por cada 1.000 habitantes y día. Se estima que el 10 por ciento de los murcianos y el 23 por ciento de los mayores de 65 años consumen estas medicaciones diariamente.

Un estudio realizado en Molina de Segura reveló que el 17 por ciento de la población consume benzodiacepinas, con un uso inadecuado en el 80 por ciento de los casos, siendo las mujeres y la población de edad avanzada los principales consumidores.

Ante esta situación, un grupo de profesionales sanitarios propuso la creación de un equipo de trabajo multidisciplinario para diseñar e implementar una estrategia comunitaria que priorice la intervención en pacientes mayores y mujeres.

El objetivo principal de esta estrategia es promover el uso racional de estos tratamientos en personas que los utilizan para afrontar problemas cotidianos, optimizando la prescripción y mejorando las condiciones de vida a través de otros recursos disponibles.