El Dr. Aitor Pérez, de la UCAM, alerta sobre el uso excesivo de chanclas en verano y brinda consejos prácticos.

Murcia, 16 de julio. En esta época del año, la atención a la salud de nuestros pies se vuelve fundamental. Aitor Pérez, eminentemente reconocido como profesor del Grado en Podología de la UCAM y director de su Servicio Podológico Universitario, ha expresado su preocupación por el abuso de las chanclas durante el verano. A través de un comunicado, el especialista ha brindado consejos esenciales para mantener los pies sanos y prevenir infecciones.
El verano suele traer consigo un mayor protagonismo para los pies, que tras meses de estar resguardados en calzado cerrado, ahora se muestran al mundo. Sin embargo, esta transición puede provocar incomodidades y riesgos para la salud, dado que el calor, el cambio de calzado y los nuevos hábitos estivales pueden resultar en lesiones si no se toman las precauciones adecuadas.
“¿Es un hecho que nuestros pies sufren más en verano?”, se pregunta Pérez, quien asegura que la respuesta es afirmativa. Explica que la mayor exposición al aire libre, el incremento en la sudoración, el uso de calzado inapropiado y el caminar descalzo en lugares poco seguros son factores que contribuyen a este estado. La universidad respalda sus declaraciones, aclarando que el riesgo de problemas en los pies se intensifica en esta época del año.
A lo largo del año, nuestros pies suelen estar protegidos, lo que minimiza las posibilidades de sufrir rozaduras o traumatismos. Sin embargo, el calor y la humedad del verano facilitan el desarrollo de infecciones por hongos y bacterias. Por esa razón, el doctor Pérez advierte sobre el uso excesivo de chanclas, sandalias planas o cualquier calzado sin sujeción, el cual puede incrementar el riesgo de sufrir lesiones como fascitis plantar o esguinces.
Este tipo de calzado, aunque es muy popular, está diseñado para distancias cortas, principalmente para resguardar los pies de superficies húmedas, como las duchas o áreas de playa. No es adecuado para caminatas prolongadas debido a su falta de soporte, que puede desembocar en lesiones serias.
El profesional de la salud también subraya que el calzado ideal debe proporcionar sujeción en la parte trasera del pie y ser resistente, además de estar fabricado con materiales que no resulten agresivos para la piel. Este enfoque ayudará a prevenir rozaduras y otras lesiones en la piel.
A pesar de los beneficios de caminar descalzo, como fortalecer la musculatura de los pies, se debe hacer con precaución. No es recomendable hacerlo en superficies peligrosas, como las cercanas a piscinas, ya que esto aumenta el riesgo de sufrir quemaduras o infecciones.
La exposición constante de los pies a elementos como agua, arena y sol también puede causar sequedad o grietas. Por ello, el doctor Pérez recomienda aplicar cremas específicas con urea al 10-20% al final de cada jornada para mantener la piel hidratada.
Además de mantener los pies secos, es fundamental prestar atención a la higiene entre los dedos y no olvidar la aplicación de protector solar en esta parte del cuerpo. El especialista concluye con un mensaje optimista: “Con el cuidado adecuado, se pueden evitar muchos problemas en nuestros pies durante el verano. Es importante usar calzado apropiado, mantener la piel hidratada y, si surge alguna duda o molestia, acudir a un podólogo”.
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