La Inquisición es un tema polémico en la historia de España, y Murcia no es una excepción. Durante la Edad Moderna, la Inquisición tuvo un papel importante en la vida de la ciudad y sus habitantes. En este artículo, exploraremos cómo la Inquisición operaba en Murcia, cómo afectaba a la población y cuáles eran sus consecuencias en la sociedad.
La presencia de la Inquisición en Murcia data del siglo XVI, cuando los Reyes Católicos establecieron el Tribunal del Santo Oficio en la ciudad. Este tribunal tenía como objetivo principal combatir la herejía y mantener la ortodoxia católica en el reino.
Desde su establecimiento, la Inquisición en Murcia actuó de manera contundente y sin contemplaciones. Se encargó de perseguir a todo aquel que fuese considerado hereje, ya fuese judío, morisco, luterano o cualquier otro grupo considerado como desviado de la fe católica.
Uno de los grupos más perseguidos por la Inquisición en Murcia fueron los judíos y moriscos. Estas comunidades, que habían vivido en la región durante siglos, fueron acusadas de practicar la herejía y de mantener sus creencias religiosas en secreto.
Además de perseguir a los herejes, la Inquisición en Murcia también se encargaba de controlar la moral y la cultura de la población. Se prohibieron libros considerados peligrosos para la fe católica, se censuraron obras de teatro y se supervisaron las costumbres de la población.