Un nuevo golpe a las redes de tráfico de drogas ha sido asestado por la Guardia Civil en Cieza, donde un matrimonio ha sido arrestado nuevamente. Esta detención se inscribe en el marco de la operación 'Omoi', cuyo objetivo es combatir el tráfico de estupefacientes en la región.

Los agentes realizaron una intervención que resultó en la captura de ambos sospechosos, quienes son acusados de delitos contra la salud pública relacionados con el tráfico de drogas. En el curso de la operación, se incautaron cantidades significativas de cocaína, marihuana y hachís, además de otros elementos que evidencian su actividad ilegal.

Las pesquisas dieron inicio en junio, cuando las fuerzas de seguridad comenzaron a rastrear actividades sospechosas que apuntaban a un punto de venta de drogas en el área urbana de Cieza. La información recabada permitió a los agentes identificar a la pareja que presuntamente estaba comercializando diversos tipos de drogas desde su hogar.

Lo inquietante de esta situación es que este matrimonio ya había sido detenido previamente por delitos similares en la misma ubicación, solo unos meses antes. La reincidencia en sus actividades ilícitas reveló la necesidad de una investigación más profunda sobre su operación delictiva.

Los guardias civiles se percataron de un inusual flujo de visitantes a la vivienda, quienes solían permanecer muy poco tiempo en el lugar, en muchos casos apenas un minuto. Este patrón despertó la sospecha y llevó a aumentar la vigilancia sobre el domicilio.

Dada la estratégica ubicación en una calle peatonal y la presencia de ‘avisadores’ que advertían sobre la llegada de la policía, se implementó un dispositivo de vigilancia encubierta para no alertar a los sospechosos.

Con los indicios suficientes, se procedió a la fase final de la operación, que incluyó un registro exhaustivo del hogar. Durante esta acción, los agentes encontraron cerca de un centenar de dosis de cocaína y cantidades similares de marihuana y hachís, todas listas para ser distribuidas.

Además de estas drogas, se confiscaron tres kilogramos de cogollos de marihuana, medio centenar de gramos de hachís, así como sustancias de corte y utensilios empleados en la preparación de las dosis, como básculas de precisión y una notable suma de dinero en efectivo.

Con el cierre del registro, ambos individuos fueron detenidos nuevamente, enfrentándose a graves acusaciones por poner en riesgo la salud pública a través del tráfico de drogas.