Desmantelan banda criminal tras arrestar a un implicado y abrir investigaciones a cinco por fraude de más de 100.000 euros a empresa.

La Guardia Civil ha llevado a cabo una importante operación en Murcia, desarticulando una peligrosa organización criminal dedicada a actividades de ciberdelincuencia. Conocida como "Rocalina", esta operación ha permitido arrestar a un individuo y señalar a cinco más como sospechosos, todos acusados de perpetrar una estafa que supera los 100.000 euros contra una empresa de la región del Noroeste.
La alerta se encendió en noviembre del año pasado cuando una compañía mayorista de bebidas ubicada en la comarca del Noroeste denunció un fraude millonario ante las autoridades. Según el informe, esta empresa se dio cuenta de que había sido víctima de un engaño financiero que comprometió gravemente sus cuentas.
Los delincuentes utilizaron una técnica conocida como BEC (Compromiso de Correo Electrónico Empresarial), en la que interceptaron comunicaciones electrónicas de la compañía para hacerse pasar por ejecutivos o clientes. De este modo, lograron cobrar facturas falsas, desviando los pagos a cuentas bancarias de su propia creación.
Ante esta situación, los agentes del equipo Arroba, especializado en ciberdelitos, decidieron articular la operación "Rocalina" para investigar a fondo el caso. Durante la indagación, se descubrió que los estafadores habían accedido ilegalmente al correo electrónico de la empresa y habían estado observando sus comunicaciones, enfocándose especialmente en las transacciones financieras.
Simulando ser la entidad que demandaba el pago, los ciberdelincuentes modificaron el número de cuenta donde debía enviarse el dinero, un detalle que no pasó desapercibido hasta que fue demasiado tarde y la empresa legítima comenzó a reclamar el dinero por su factura.
Las investigaciones iniciales llevaron a los agentes a rastrear la cuenta receptora de los fondos, que pertenecía a una residente de Roquetas de Mar en Almería. Esta mujer, al percatarse de la situación, rápidamente trasladó los más de 100.000 euros a través de múltiples transacciones, ya sea mediante transferencias bancarias, bizums o retiros de efectivo en cajeros automáticos.
La pista del dinero llevó a los investigadores a identificar a otros individuos en Roquetas de Mar que actuaban como "mulas", retirando el efectivo en nombre de la organización con el propósito de entregárselo a los cabecillas del grupo delictivo.
Hasta la fecha, el equipo Arroba de Caravaca de la Cruz ha logrado detener a una persona y ha abierto la investigación a otros cinco, todos acusados de estafa, lavado de dinero y de acceso ilegal a sistemas informáticos. Las autoridades mantienen abierta la investigación, lo que podría resultar en más arrestos en el futuro.
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