
La Comunidad Autónoma de Murcia ha tomado una notable iniciativa para respaldar al sector agrario, enfocándose en mejorar tanto la sostenibilidad como la rentabilidad de las empresas agrícolas. En un evento reciente en el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), se dieron a conocer ocho subproyectos de investigación destinados a abordar los desafíos del cambio climático que enfrentan los sectores agroalimentarios.
Estos subproyectos forman parte de una serie de investigaciones que se financian a través de fondos europeos agrupados en el programa denominado "FEDER AGRO UP!". Este tipo de colaboración busca fortalecer la base científica que respalda las prácticas agrícolas en la región.
Andrés Martínez, director del IMIDA, destacó durante la inauguración del evento que el objetivo principal es implementar mejoras en los sistemas productivos, sustentadas en investigaciones científicas sobre el comportamiento agronómico de los cultivos. Esta iniciativa busca equipar a los agricultores con técnicas que, a su vez, les permitan adaptarse eficazmente al cambio climático, asegurando al mismo tiempo la rentabilidad de sus cultivos.
Uno de los focos de estas investigaciones radica en la reducción del consumo de agua mediante la implementación de tecnologías avanzadas de monitoreo y sensorización. Esto otorga a los agricultores una visión integral del ciclo del riego, facilitando el manejo del agua y optimizando su uso en el desarrollo de las plantas.
El director del IMIDA subrayó la importancia de utilizar recursos hídricos de manera eficiente, asegurando que estas técnicas permiten mantener la calidad de los frutos a pesar de reducir la cantidad de agua utilizada. A través del conocimiento agronómico, los investigadores han logrado determinar con precisión las necesidades hídricas de los árboles, cerrando así el ciclo del agua en los cultivos.
Además, durante la jornada se discutieron innovaciones como los agentes humectantes desarrollados específicamente para cultivos de cítricos. Estos compuestos, que funcionan de manera similar a los detergentes, han demostrado mejorar la distribución del agua en el suelo y mantener su humedad, lo que es crucial en momentos de escasez hídrica.
Estos avances no solo contribuyen a la gestión hídrica, sino que también garantizan que los nutrientes esenciales se retengan en el suelo, optimizando así la nutrición de los cultivos, lo cual se traduce en un potencial aumento en el tamaño y cantidad de la producción agrícola.
Asimismo, se ha propuesto la mejora de las cubiertas vegetales y el uso de acolchado orgánico en viticultura. Extender restos de poda, como la paja de cebada, es una estrategia que ayuda a conservar la humedad del suelo y mitigar la erosión, al tiempo que fomenta un modelo de economía circular mediante el uso de residuos.
Finalmente, el IMIDA ha trabajado en herramientas que permiten a los agricultores analizar los costos de producción y la sostenibilidad de sus explotaciones. Estos estudios proporcionan información valiosa que ayuda en la planificación y gestión de sus actividades agrícolas, promoviendo una producción más eficiente y consciente del entorno.
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