Crónica Murcia.

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El imputado del crimen de La Puebla culpa a su coacusada del incendio del vehículo, ella lo desmiente.

El imputado del crimen de La Puebla culpa a su coacusada del incendio del vehículo, ella lo desmiente.

El individuo acusado de un horrendo crimen en La Puebla ha manifestado en su declaración que la decisión de incendiar el vehículo con el cuerpo de la víctima dentro fue un acuerdo mutuo entre él y la otra persona procesada. Sin embargo, insistió en que fue ella quien efectivamente inició el fuego.

Por otro lado, la coacusada ha refutado la afirmación de un pacto en la quema del coche, negando de manera categórica haber sido la responsable de encender el fuego. "No le pegué fuego al coche, ni siquiera vi cuando eso ocurrió ni estuve presente", afirmó con firmeza, desvinculándose de cualquier implicación en el acto.

Estos alegatos fueron presentados por ambos procesados durante su aparición este lunes en la octava sesión del nuevo juicio, que se desarrolla en la sección quinta de la Audiencia Provincial, ubicada en Cartagena.

El acusado, quien eligió responder solo a las preguntas de su abogado, reiteró que la decisión de incendiar el vehículo con el cuerpo dentro fue tomada por ambos, aunque insistió en que ella llevó a cabo el acto. Según su declaración, estaba convencido de que la víctima ya había fallecido antes de que su compañera iniciara el fuego, argumentando que "no tenía pulso, no respiraba". Cabe señalar que el procesado emitió su declaración junto a una facilitadora debido a su discapacidad.

Durante su relato, el acusado confesó haber consumido heroína, cocaína y alcohol el día de los hechos. Reconoció ser adicto a estas sustancias, aunque señaló que ha estado deshabituándose de ellas mientras se encuentra en prisión desde agosto de 2021.

Relató que, la tarde en cuestión, ambos procesados estuvieron en casa de la madre de ella y luego en la casa de su hermana. Posteriormente, se dirigió a comprar "más cocaína" y se dio cuenta de que probablemente su novia estaría con la víctima en su hogar, lo cual resultó ser cierto al llegar allí.

Al llegar, la acusada le pidió que se marchara, a lo que él obedeció, pero tras un rato regresó al lugar solo para descubrir que ya no estaba. Poco después, recibió una llamada de ella que reveló su ubicación, indicando que estaba con la víctima.

Al llegar al lugar, se desató una pelea entre el acusado y el otro hombre implicado. En medio de esta riña, el acusado golpeó a la víctima con una llave inglesa de un tamaño reducido, causándole heridas significativas.

En medio del tumulto, los tres se subieron al coche con la intención de llevar a la víctima al hospital. En el vehículo viajaba la acusada al volante, la víctima en el asiento del copiloto y el procesado en la parte trasera.

Durante el trayecto, surgieron discusiones entre los dos hombres, lo que llevó a que ambos se bajaran del vehículo. En ese instante, la víctima golpeó al acusado en la nuez dejándolo "aturdido", sin embargo, gracias a la intervención de la acusada, pudo retornar al coche mientras que la víctima permanecía "en el camino".

A pesar de la situación, el acusado precisó que nunca solicitó que la mujer persiguiera o atropellara a la víctima, pero la procesada, en un giro inesperado, impactó con el vehículo, aunque, según él, eso no terminó con la vida del herido, que "no podía moverse". Ambos procesados intentaron ayudar a la víctima a subir al coche para llevarla al hospital, pero se perdieron “entre que no se veía y que esos caminos no los conocíamos”.

El acusado confesó que en ese momento estaba convencido de que el hombre había fallecido porque "no tenía pulso y no respiraba". Volviendo al lugar donde había iniciado la pelea, ambos procesados tomaron la decisión de prender fuego al coche con el cuerpo dentro, una acción que, según él, fue ejecutada por ella mientras buscaba sus pertenencias.

El hombre desmintió rotundamente haber amenazado a la mujer o de haber planeado en conjunto el asesinato de la víctima, expresando que está "muy arrepentido" por los acontecimientos y pidiendo disculpas a la familia del fallecido.

En contraste, la acusada respondió a todas las preguntas planteadas en el juicio. Al ser interrogada por la fiscal, recordó que su relación con la víctima fue "buena" hasta un año antes de su rompimiento, cuando empezaron las discusiones. Relató que, en cierto momento, la exesposa de la víctima le informó sobre un embarazo, afirmando que era del finado, lo que la llevó a la conclusión de que debía terminar su relación.

La víctima, según lo narrado, le había manifestado que podía mantener una relación "con cualquiera" menos con el otro procesado, a quien detestaba debido a robos presuntamente cometidos. Sin embargo, la acusada decidió iniciar una relación con el otro acusado "por rabia".

Admitió que su relación con el otro procesado fue breve, durando apenas un mes y describiéndola como una "locura". Terminaron casi de inmediato, y el otro procesado se mostró "confundido", reconociendo ella que también tenía parte de la culpa por la ruptura.

Cuando se le inquirió sobre amenazas hacia la víctima, la enjuiciada explicó que en La Puebla, donde creció, la gente es "muy bruta" en su forma de hablar, donde siempre hay un trasfondo de "amenazas". Aun así, admitió haber dicho a la víctima que iba a "quemar su casa", pero negó categóricamente que pretendiera hacerlo con su madre dentro.

Asimismo, apuntó que la víctima pasaba mucho tiempo en la casa de su madre y, en algún momento, empezó a sospechar que existía una relación entre ellos, lo que le provocaba celos de manera "moderada".

En la noche de los acontecimientos, la víctima le advirtió que, si no abandonaba La Puebla, la “mataría”. Contó que él le dijo que utilizaría una escopeta, pero ella no le tenía miedo. “Lo que sucede es que, como estoy viva, eso no se considera; sin embargo, esa noche bien pudimos haber terminado muertos, yo o el otro acusado, tal como le ocurrió a la víctima”, declaró con desdén.

La acusada y la víctima se trasladaron en coche a un lugar apartado para conversar, cuando de pronto apareció el otro acusado con una actitud “endemoniada”. "Me puse delante para prevenir una pelea", relató, aunque fue él quien provocó el altercado. La víctima terminó herido en la cabeza y le entregó las llaves del coche a ella pidiéndole que lo llevara al hospital, pero justo cuando ella intentaba arrancar el vehículo, el otro acusado se subió al mismo.

La contienda continuó en el interior del coche, donde la acusada intentó mediar gritando para que se detuvieran, pero se sintió impotente ante la situación. A pesar de no recordar el trayecto seguido, recordó que se vio obligada a detener el vehículo por la presión de la situación, aterrorizada, se lanzó al suelo mientras los otros dos se enfrentaban.

Posteriormente, ella intentó abandonar el lugar en el coche, abrumada por lo sucedido, aunque el otro procesado se sentó en la parte posterior del vehículo. Afirmó que él le decía repetidamente que la víctima estaba escapando, lo que le llevó a darle accidentalmente un golpe a la víctima, insistiendo en que nunca fue su intención causarle la muerte.

Reveló que, al observar a la víctima, la vio "muy entera" a pesar de todo lo ocurrido y llegó a la finca donde comenzó la pelea, donde se acercó a él para abrazarlo y besarlo, creyendo que estaba muerto.

Finalizó su declaración enfatizando que había consumido "mucho" alcohol el día de los hechos, mientras que el otro procesado había estado consumiendo drogas.

“Hasta el día de hoy no dejo de pensar en la víctima, ni un solo minuto; sueño con él y siempre he afirmado que si pudiera sacrificarme para que él regresara, lo haría”, concluyó con evidente dolor.

En la sesión de la tarde, el juez desestimó la solicitud de considerar un agravante por parentesco, señalando que “el ser pareja ‘per se’ no es equiparable al agravante de parentesco. Se requiere otra cuestión, como una convivencia continua y con vocación de permanencia, similar a la que tendría un matrimonio”, explicó de manera contundente.

Las audiencias se reanudarán con los alegatos de los abogados este martes, de modo que se espera que el miércoles ya se le presente al jurado popular el objeto del veredicto.