
El reciente informe del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) revela una alarmante escalada en los mensajes de odio en las redes sociales. Después de la agresión a un hombre en Torre Pacheco, Murcia, la cifra de tales mensajes se multiplicó drásticamente, pasando de 6.824 a 33.046, lo que representa un asombroso aumento del 384%.
Este análisis, publicado por la Secretaría de Estado de Migraciones, se centra en la actividad digital relacionada con el incidente del 9 de julio, cuando un ciudadano de 68 años fue atacado por un grupo de jóvenes, algunos de los cuales eran inmigrantes del norte de África. Se sospecha que este ataque pudo ser parte de un desafío viral, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
El informe detalla que, en la primera fase del análisis, que abarca del 6 al 10 de julio, los niveles de mensajes de odio se mantenían estables, aunque ya se podían observar fenómenos de xenofobia en las redes. Sin embargo, a partir del 11 de julio, el panorama cambió drásticamente, duplicándose el volumen de mensajes en un corto periodo de tiempo.
Este aumento de actividad coincide con protestas en Torre Pacheco y con una cobertura mediática intensa, lo que sugiere que la presión social y la diseminación de contenidos provocadores han alimentado estas interacciones destructivas. A pesar de una ligera disminución posterior, el número de mensajes se mantuvo notablemente por encima de los niveles previos a la agresión.
Durante el periodo observado, un insoportable 91% de los mensajes de odio se dirigió a individuos del norte de África, mientras que otros grupos, como los musulmanes y afrodescendientes, fueron menos atacados, lo que señala una clara tendencia de estigmatización selectiva.
Además, el contenido de muchos de estos mensajes es profundamente deshumanizante, con un 33% utilizando términos degradantes. Otros tipos de mensajes incitan directamente a la violencia o refuerzan percepciones de amenaza hacia la población migrante, evidenciando una intersección alarmante entre el discurso de odio y la percepción de inseguridad.
En cuanto al lenguaje, el informe señala que un abrumador 88% de los mensajes analizados presentan un tono explícitamente agresivo, a menudo describiendo la población del norte de África con comentarios despectivos y amenazantes. Frases que denigran y predicen conductas violentas se utilizan con frecuencia en estas interacciones.
Un detalle preocupante es el uso despectivo del término “moro”, además de los mensajes que incitan a la expulsión de personas del norte de África, lo que evidencia un ambiente de polarización y conflicto. Algunas de estas publicaciones han alcanzado miles de visualizaciones, reflejando la facilidad con la que la desinformación puede propagarse en las redes sociales.
A pesar de este fenómeno, las falsedades han jugado un rol crucial en la propagación del odio. Un video que se difundió como prueba de la agresión resultó ser de otro incidente, y las autoridades han confirmado que las imágenes no estaban relacionadas con lo ocurrido en Torre Pacheco. Esta confusión informativa contribuyó sin duda a una narrativa errónea que legitima la hostilidad hacia ciertas comunidades.
El OBERAXE concluye que la viralidad de estos bulos no solo perjudica a los individuos señalados, sino que también afecta a la cohesión social, alimentando un clima de miedo e inseguridad. Tal desinformación ha servido para justificar actitudes violentas y hostiles, creando un entorno de división en la sociedad.
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