Transición Ecológica avanza con fuerza en la zona con un total de 72 proyectos en trámite

En un importante logro para el Mar Menor, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha informado que la contaminación difusa por nitratos ha disminuido en cerca de 500 toneladas entre 2022 y 2023. Esto se atribuye a la reducción de 9.000 hectáreas de regadíos ilegales en la zona, aunque se reconoce que el proceso de eliminación de nitratos será prolongado debido a su dispersión en diferentes capas.

Los datos revelan una reducción significativa de la contaminación, pasando de 3.175 toneladas en 2021-2022 a 2.732 en 2022-2023, siendo un avance notable en la protección del Mar Menor.

En cuanto a la cooperación a nivel municipal y autonómico, se destaca el gran entendimiento y colaboración entre las administraciones locales y regionales, independientemente de su afiliación política. Se resalta la complejidad del proceso a nivel autonómico, pero se enfatiza en la importancia de las acciones conjuntas y el intercambio de conocimientos científicos.

El MITECO tiene en marcha 72 proyectos para intervenir en diversos terrenos alrededor del Mar Menor. Estas intervenciones incluyen la restauración de la Sierra Minera y la creación de un Cinturón Verde para retener nitratos en la laguna. Adicionalmente, se han subvencionado 50 acciones a ayuntamientos enfocadas en saneamiento, depuración y gestión de inundaciones en áreas urbanas. Fundación Biodiversidad también está financiando once proyectos para promover prácticas sostenibles en la zona.

De cara al futuro, se planea la construcción de un centro de producción de especies marinas y la asignación de fondos adicionales para mejorar la infraestructura de saneamiento y depuración en la región. El MITECO también tiene previsto apoyar a ganaderos para mitigar los impactos ambientales de su actividad.

Las autoridades señalan que el Mar Menor ha alcanzado sus límites de expansión y enfrenta desafíos importantes, como la contaminación derivada de la agricultura, la ganadería, el urbanismo y el turismo. Se destaca la preocupación por residuos mineros en el fondo de la laguna y los efectos del cambio climático en la zona. Advierten que situaciones climáticas extremas pueden tener consecuencias catastróficas en un territorio ya de por sí fragilizado.

En resumen, el inventario español de zonas húmedas revela que España tiene 215.575 hectáreas distribuidas en 915 humedales, aunque la mitad se encuentran en un estado desfavorable o han desaparecido. Esto subraya la urgencia de continuar con medidas de protección y restauración ambiental en todo el país.