En la actualidad, el mercado inmobiliario en la Región de Murcia ha experimentado un notable incremento en el precio de la vivienda de segunda mano, alcanzando un 13,6% en el año 2024. Este crecimiento sitúa el precio en 1.485 euros por metro cuadrado, colocándose como la tercera mayor subida del país, junto a la Comunidad de Madrid. Estas cifras fueron reveladas por el Índice Inmobiliario de Fotocasa, poniendo de manifiesto una tendencia positiva en el sector en una región que ha sabido atraer tanto a residentes como a inversores.

Por delante de la Región de Murcia, solo se encuentran la Comunidad Valenciana, con un sorprendente 19,8% de incremento, y las Islas Baleares, que registran un aumento del 19,5%. Estas comunidades lideran el ámbito nacional en términos de revalorización de la vivienda, mostrando un fuerte dinamismo en un mercado que ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de la población.

En el conjunto del país, el año 2024 concluyó con un incremento medio del 8,4% en el precio de la vivienda, cerrando en 2.389 euros por metro cuadrado en diciembre. Esta cifra no solo demuestra una recuperación post-crisis, sino que representa el aumento más significativo de toda la serie histórica, lo que resulta alentador para propietarios e inversores que buscan estabilidad en sus patrimonios.

María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, subrayó esta tendencia, indicando que el mercado de la vivienda ha consolidado un patrón alcista, reflejando un entorno caracterizado por una oferta escasa y una demanda en expansión. Este panorama sugiere que el atractivo de ciertas regiones se ha fortalecido, convirtiéndose en un fenómeno que podría marcar la pauta futura del sector.

Entre los factores explicativos de este crecimiento, se encuentran elementos estructurales como la capacidad de atracción de población y el interés turístico en lugares como Baleares, Canarias y Madrid. Estos aspectos han permitido que el mercado alcance máximos históricos, a pesar de que los precios aún están por debajo de los niveles alcanzados durante la burbuja del 2007, lo que brinda un margen de seguridad ante un posible nuevo desbordamiento.

La reciente disminución de los tipos de interés se ha presentado como un catalizador para la demanda, permitiendo un acceso más fácil a hipotecas que a su vez facilitan la compra de viviendas. A pesar de la fortaleza del mercado, la portavoz de Fotocasa enfatizó en la necesidad de implementar medidas que fomenten un equilibrio sostenible entre oferta y demanda a mediano y largo plazo, asegurando así un futuro próspero para el sector inmobiliario.

En cuanto a las variaciones por comunidades al cierre de 2024, la Comunidad Valenciana se destaca por su significativo crecimiento del 19,8%, seguida de cerca por Baleares (19,5%) y las ya mencionadas Madrid y Región de Murcia, ambas con un aumento del 13,6%. Canarias, Andalucía, Galicia y otras comunidades también muestran incrementos, aunque menos acentuados.

Las Islas Baleares se posicionan como el líder en precios, con cifras que superan los 4.000 euros por metro cuadrado desde abril de 2024, alcanzando los 4.597 euros. Madrid sigue en esta lista con un costo medio en diciembre de 4.278 euros, superando la barrera de los 4.000 euros por primera vez en marzo. Otras comunidades como el País Vasco y Cataluña también están en la lista de los precios más elevados, reflejando un patrón de valorización que, aunque variado, está presente en gran parte del país.

Analizando la variación acumulada desde el precio máximo histórico registrado en abril de 2007 (2.952 euros por metro cuadrado), se observa que a nivel nacional, el precio de la vivienda de segunda mano ha caído un 19%. Sin embargo, hay comunidades como Castilla-La Mancha, Aragón y La Rioja que han sufrido caídas drásticas del 44%, lo que revela un mercado aún sensible a cambios económicos y evolutivos en el contexto residencial.

Otras comunidades, como Asturias y Navarra, también muestran reducciones significativas. La Región de Murcia, por ejemplo, ha experimentado una caída del 35%, lo que refuerza la idea de que, aunque haya habido incrementos en el presente, el pasado reciente todavía deja huellas en el potencial de recuperación del mercado inmobiliario regional. Esta situación invita a reflexionar sobre las políticas necesarias para garantizar una estabilidad duradera y un desarrollo equilibrado en todas las comunidades autónomas.