Murcia, 29 de mayo. En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Seprona está investigando la posibilidad de que el reciente derrame de petróleo en un oleoducto subterráneo en Calasparra sea resultado de un intento de robo. Fuentes de la Guardia Civil han confirmado esta inquietante información a Europa Press.

A pesar de que se siguen evaluando diferentes teorías, las pruebas apuntan a que los daños en la infraestructura no fueron accidentales, sino el fruto de un acto deliberado con la intención de extraer crudo de manera ilegal.

El derrame, que ocurrió hace una semana, provino del oleoducto de Repsol, el cual une las localidades de Cartagena y Puertollano, y tuvo lugar en una finca rural de Calasparra, generando preocupación por el impacto ambiental que podría ocasionar.

Ante esta situación, la Guardia Civil ha iniciado una investigación para esclarecer los pormenores del incidente. Juan María Vázquez, consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, ha sido contundente al afirmar que aquellos responsables de la contaminación enfrentarán las consecuencias de sus actos.