En un reciente incidente en la Región de Murcia, la Guardia Civil ha arrestado a un conductor de camión en la A-30, en la localidad de Molina de Segura, bajo la sospecha de haber cometido múltiples delitos relacionados con la seguridad vial, así como un ataque a un agente en el cumplimiento de su deber.
Los hechos se desencadenaron tras recibir diversas llamadas al Centro Operativo de Tráfico y al 112, alertando sobre un camión que circulaba de manera errática en la autovía A-33, que conecta Blanca con Fuente La Higuera, en dirección hacia Murcia. Los testigos informaron que el vehículo había impactado en varias ocasiones contra las barreras de seguridad, lo que generó un grave riesgo para otros conductores en la vía.
Ante la situación, el COTA de la Guardia Civil activó un dispositivo de emergencia, y pronto se logró localizar al camión en la A-30 (ruta Albacete-Cartagena). La patrulla de tráfico que llegó al lugar se dispuso a interrumpir su circulación para evitar accidentes mayores.
Cuando un agente se aproximó para identificar al conductor, este reaccionó de manera violenta, atacando al oficial sin previo aviso. Debido a la agresividad del individuo, fue necesaria la intervención de varios guardias civiles para lograr controlarlo. Al momento de la detención, se observó que el conductor presentaba evidentes signos de embriaguez y agitación.
Durante la inspección del camión, los agentes hallaron numerosos envases vacíos de cerveza y un billete enrollado, comúnmente utilizado para la ingestión de cocaína. Posteriormente, le realizaron las pruebas para detectar el uso de sustancias psicotrópicas, que confirmaron sus sospechas de consumo, mientras que el individuo se negó a someterse a las pruebas de alcoholemia, a pesar de que su comportamiento justificaba la intervención.
Como resultado, fue imputado por tres delitos contra la seguridad vial: conducir de forma extremadamente temeraria, lo que podría conllevar sanciones de prisión y la prohibición de conducir por un periodo considerable; y por manejar bajo la influencia de drogas y alcohol, que también acarrearía severas consecuencias legales.
El tercer cargo se refiere a su negativa a realizar las pruebas pertinentes, penalizado igualmente con penas de prisión y retirada del permiso de conducir. Además, se le acusa de agredir a un agente de la autoridad, que puede resultar en prisión de uno a cuatro años y multas adicionales.
El camión ha sido confiscado y permanecerá bajo custodia judicial, siendo considerado un instrumento utilizado en la comisión de delitos. La Guardia Civil ha subrayado la gravedad de estas acciones, que representan un importante peligro para los demás usuarios de las carreteras.
Asimismo, han hecho hincapié en la importancia de la cooperación ciudadana, como se demostró en este caso, instando a la población a reportar situaciones de riesgo en la carretera a través de los números de emergencia 112 o 062.
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