
La región de Murcia se ha visto sacudida por un impresionante incidente en la autovía A-30, donde la Guardia Civil ha tomado medidas drásticas contra un conductor de camión que mostró una irresponsabilidad alarmante al volante. Este individuo de 47 años, oriundo de Castellón de la Plana, fue sorprendido detrás del volante con un nivel de alcoholemia seis veces superior al permitido, poniendo en peligro la vida de innumerables usuarios de la carretera.
Los acontecimientos se desarrollaron cuando varios automovilistas informaron a las autoridades sobre la conducción errática de un camión en dirección a Cartagena. Esta brillante intervención ciudadana permitió que la Guardia Civil actuara rápidamente, movilizando patrullas de su Agrupación de Tráfico para verificar las denuncias y asegurar la seguridad en la vía.
Una vez que el camión fue localizado, los agentes procedieron a detener el tránsito en la zona para prevenir cualquier posible accidente. Fue en este momento cuando lograron desviar el vehículo hacia una zona segura, donde el conductor pudo ser finalmente interceptado. Lo que siguió fue una evaluación exhaustiva de su comportamiento en la carretera.
Los guardias civiles, contando con la valiosa ayuda de grabaciones de otros conductores, no tardaron en comprobar que el individuo estaba llevando a cabo maniobras extremadamente peligrosas y erráticas, zigzagueando de un lado a otro de la carretera y ocupando ambos carriles de forma temeraria a lo largo de varios kilómetros.
Tras asegurar la seguridad de la vía y detener el camión, se procedió a realizar las pruebas de alcoholemia pertinentes al conductor, quien había estado viajando desde Valencia hacia Cartagena. Los resultados fueron alarmantes: una tasa de 0,91 mg/l en el primer test y 0,97 mg/l en el segundo, cifras que superan en seis ocasiones el límite legal establecido para los conductores profesionales, que es de solo 0,15 mg/l.
La Guardia Civil no perdió tiempo en abrir una investigación formal contra este conductor, bajo la acusación de haber cometido dos graves infracciones al Código Penal en materia de seguridad vial. Estas incluyen la conducción temeraria y el rebasar los niveles de alcohol permitidos, delitos que podrían acarrear penas de cárcel de seis meses a dos años, además de la suspensión del derecho a conducir durante un periodo que podría oscilar entre uno y seis años.
Las autoridades han hecho un llamado reiterado a la ciudadanía para que mantenga la vigilancia sobre este tipo de comportamientos peligrosos. Tal como ocurrió en este caso, la colaboración y la comunicación inmediata con los servicios de emergencias o la Guardia Civil son esenciales para evitar que situaciones tan graves como esta terminen en tragedia. Se insta a todos a actuar con responsabilidad y a reportar cualquier anomalía en la circulación.
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