En la segunda mitad de agosto, el Mar Menor muestra signos de estabilidad en sus principales indicadores ambientales, según el último informe científico hecho público por la Comunidad Autónoma. Este análisis presenta datos actualizados hasta el día 11 del mes en curso.
Autoridades del Gobierno regional han resaltado que estos resultados avalan la recuperación de la laguna tras la ola de calor intensa que asoló la región a inicios de julio, afectando no solo a este ecosistema, sino también a otros del Mediterráneo.
Los científicos responsables de las 22 estaciones de monitoreo permanente evidencian una evolución "favorable" en parámetros sensibles como el oxígeno disuelto, la transparencia del agua y la salinidad, lo que es un indicio positivo para el ecosistema.
A pesar de la fragilidad que aún caracteriza a este ecosistema, la Comunidad informa que los valores actuales se encuentran dentro de los rangos normales para esta época del año, lo que es un signo alentador.
Entre los datos más destacables, la temperatura media del agua ha experimentado un leve aumento, inferior a un grado, manteniéndose por debajo de los 30 grados, lo que es coherente con la tendencia típica de agosto.
Este aumento moderado en la temperatura ha permitido que el nivel de oxígeno se mantenga en cifras "óptimas", alcanzando 6,63 miligramos por litro, lo que representa un crecimiento del 9.8% en comparación con finales de julio y refuerza la capacidad de recuperación del ecosistema ante el estrés térmico.
Por otro lado, la transparencia del agua ha mostrado una "mejora notable", alcanzando 3,57 metros de visibilidad, lo que representa un retorno a los niveles observados a principios de julio, aunque la turbidez sigue siendo elevada.
Los fuertes vientos de levante y de lebeche que han soplado durante el verano han causado la suspensión de partículas en el agua, lo que ha influido en que este parámetro no siga la misma tendencia positiva que otros indicadores.
Respecto a la salinidad, los registros muestran un "aumento continuado" en las últimas semanas, posicionándose en la segunda cifra más alta en seis años para este periodo, justo detrás de los récords de 2024. Este aumento se considera parte del comportamiento natural del Mar Menor en un verano con notoria evaporación.
En cuanto a los niveles de clorofila, que habían experimentado un repunte temporal a principios de julio por la ola de calor, estos se han restablecido a cifras normales para esta época del año.
En términos generales, los datos recabados por el Gobierno regional, que lleva a cabo un monitoreo semanal del Mar Menor, indican que la laguna mantiene una estabilidad a pesar de un contexto ambiental complejo, marcado por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más comunes.
El balance de este mes de agosto se presenta de forma positiva y debe ser recibido como un mensaje de esperanza, aunque también subraya que la fragilidad del ecosistema exige atención constante y políticas de protección y gestión sostenibles.
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