
El Parlamento Europeo ha emprendido la celebración de la semana dedicada a la Igualdad de Género, abrazando el lema 'La mujer en el mundo digital: seguridad y empoderamiento'. Esta iniciativa busca abordar los complejos retos que enfrentan las mujeres en el ámbito digital, donde la tecnología a menudo se convierte en un arma de doble filo.
En un momento en que la Inteligencia Artificial (IA) avanza a pasos agigantados, también surgen nuevos riesgos que pueden resultar devastadores, especialmente en lo que respecta a la ciberviolencia. Un informe redactado por el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo ha alertado sobre cómo la IA facilita la ciberviolencia contra las mujeres de maneras 'radicalmente nuevas', que se caracterizan por su velocidad, anonimato y capacidad de difusión masiva.
Además, se destaca el uso de la tecnología 'deep-fake', que permite suplantar la apariencia y voz de personas, convirtiéndose en un eufemismo para la explotación y el acoso. Este tipo de tecnología ha sido utilizada predominantemente contra mujeres, lo cual ha llevado a la elaboración de medidas legislativas que busquen frenar este fenómeno creciente.
Entre las formas más alarmantes de abuso las que se encuentran las 'nudificaciones' digitales, donde se crean imágenes de mujeres desnudas sin su consentimiento. Resulta inquietante que más del 90% de los vídeos de 'deep-fake' en la red tengan contentido de carácter pornográfico y que sus víctimas sean, en su mayoría, mujeres que ocupan posiciones de relevancia en la cultura, los medios o la política.
El informe enfatiza que la IA no solo juega un papel en la creación de abusos cibernéticos, sino que también transforma la naturaleza del acoso en línea. Las capacidades de esta tecnología permiten generar hostigamientos de formas inéditas, amplificadas por la velocidad y el alcance con que se pueden diseminar los mensajes de odio.
Adicionalmente, se menciona que la IA tiene el potencial de facilitar el robo de identidad y el acoso, destacándose cómo puede ser utilizada para espiar la vida privada de las mujeres tanto en el mundo digital como en el físico. Esto incluye un seguimiento exhaustivo que puede implicar la supervisión a través de cámaras y el análisis de datos como correos electrónicos y mensajes directos.
Una preocupación adicional radica en el hecho de que la inteligencia artificial puede ser utilizada para facilitar delitos sexuales contra menores, permitiendo que los perpetradores se hagan pasar por niños o jóvenes y automatizando una captación masiva de víctimas desprevenidas.
No obstante, a pesar de estos riesgos palpables, el informe también menciona aplicaciones positivas de la IA en el ámbito de la defensa de los derechos de las mujeres. Por ejemplo, puede ayudar en la identificación de niños en situaciones de pornografía infantil y en la detección de discursos misóginos o actos de ciberviolencia hacia mujeres individuales en plataformas digitales.
Para hacer frente a la ciberviolencia, se han desarrollado algoritmos que pueden ayudar a identificar contenido ilegal conocido, con modelos de aprendizaje que buscan contenido previamente desconocido y abusivo.
El estudio subraya que uno de los mayores retos al abordar la ciberviolencia reside en su conexión con la violencia física en la vida real. Las interacciones en el mundo digital pueden alimentar conductas que desembocan en violencia física, lo cual agrava las experiencias de las víctimas de ciberviolencia, en particular aquellas que son objeto de pornografía no consentida.
También se informa sobre la radicalización de movimientos misóginos y antifeministas en el entorno digital, que se está volviendo cada vez más preocupante y que puede tener implicaciones reales para las mujeres en sus vidas cotidianas.
En este contexto, el Parlamento Europeo busca fomentar el diálogo durante la semana de la Igualdad de Género, con un enfoque en la seguridad y empoderamiento de las mujeres en el mundo digital. Los debates programados abordarán aspectos diversos que van desde la incorporación de la perspectiva de género en el presupuesto de la UE hasta la representación de las mujeres en altos cargos políticos y administrativos.
Un aspecto clave de esta semana es el debate sobre cómo erradicar la violencia contra las mujeres, específicamente en entornos digitales, donde se prevé la participación de figuras destacadas, incluyendo al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
A pesar de la gravedad de la situación, se observa que existe una carencia de encuestas exhaustivas a nivel europeo sobre las diversas formas de ciberviolencia. Sin embargo, la Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA) realizó una encuesta entre 2012 y 2014 sobre la violencia en línea que reveló que el 11% de las mujeres había experimentado al menos una forma de ciberacoso desde los 15 años.
Por otro lado, en una encuesta de 2019, se estipuló que el 13% de las mujeres en la UE había sufrido ciberacoso en los últimos cinco años, en comparación con el 15% de los hombres. La mayor tasa de ciberacoso se registró entre jóvenes de 16 a 29 años, con un 27% reportando experiencias de acoso digital en ese período.
El Parlamento Europeo está tomando medidas legislativas concretas para abordar la ciberviolencia contra las mujeres. La Directiva (UE) 2024/1385 establece varios tipos de ciberviolencia como delitos en toda la Unión, incluyendo el intercambio no consentido de material íntimo, ciberacoso y otros delitos relacionados con el odio y la violencia.
Una enmienda presentada por el Parlamento ha resaltado que la ciberviolencia tiene un impacto desproporcionado en políticas, periodistas y activistas de derechos humanos, y ha fortalecido los derechos de las víctimas, permitiéndoles presentar denuncias en línea y obtener asesoramiento sobre cómo buscar la justicia.
Finalmente, la asociación Columbares, junto con la Universidad de Murcia, ha iniciado la investigación 'Redex', que ha revelado que el 68,2% de las mujeres en España ha sufrido algún tipo de violencia en las redes sociales. La investigación también señala que, aunque las mujeres entre 25 y 59 años experimentan mayores niveles de violencia sexual presencial, los niveles de violencia de género en línea son comparables entre las jóvenes adultas y aquellas de mayor edad.
Este estudio evidencia que un alarmante 42,2% de las mujeres informan haber enfrentado agresiones directas en forman de amenazas, humillaciones o suplantación de identidad por parte de sus parejas en los entornos digitales, lo que destaca la urgencia de abordar este tipo de violencia en todos sus frentes.
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