
El pasado jueves, la región de Murcia se vio impactada por intensas lluvias y tormentas que generaron un aluvión de llamadas al servicio de emergencias '1-1-2'. Entre las 12:00 y 22:00 horas, se registraron 53 incidentes relacionados con el mal tiempo, siendo Caravaca de la Cruz y Calasparra las localidades más afectadas, con 24 y 12 llamadas respectivamente.
Debido a las fuertes precipitaciones y al granizo que causaron inundaciones en diversas localidades, el director del Plan Inunmur activó el Nivel 1 de Emergencia. Esta medida fue anunciada por el Centro de Coordinación de Emergencias, poniendo de manifiesto la gravedad de la situación.
A medida que avanzó la tarde, Caravaca de la Cruz se convirtió en el epicentro de la actividad de rescate, donde fue necesaria la colaboración de los bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento (CEIS) de la Región de Murcia, junto con la Policía Local y Protección Civil. Esto resultó en el desalojo de dos edificios en la Plaza de la Cuesta y la calle Doctor Fleming, que se inundaron debido a filtraciones de agua desde los techos.
Los vecinos rescatados recibieron asistencia del Ayuntamiento, que facilitó su realojo a quienes lo necesitaron, demostrando la acción rápida y efectiva de las autoridades locales ante la emergencia.
Además, las tormentas provocaron conatos de incendios forestales en lugares como Jumilla, Yecla y Alhama de Murcia. Sin embargo, gracias a la intervención de las brigadas forestales, que contaron con el apoyo de la lluvia, se logró controlar estos brotes de fuego antes de que se extendieran.
Por su parte, el Ayuntamiento de Cehegín decidió balizar accesos entre las pedanías de Pilar y Campillo, así como entre La Carrasquilla y Canara, como medida de precaución ante el incremento del caudal en las ramblas que podría representar un peligro para los ciudadanos.
Como medida adicional, se estableció un dispositivo de vigilancia que permaneció operativo durante toda la noche, para monitorear cualquier eventualidad relacionada con el aumento del caudal de los ríos y ramblas de la región.
Finalmente, el Consistorio de Calasparra tuvo que cerrar la carretera de las Casas del Cura y el camino que conecta con Moratalla, debido a un desbordamiento de hasta 1,5 metros de altura en el río, asegurando la seguridad vial en la zona afectada.
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