Murcia, 30 de octubre. La celebración del Día de Todos los Santos continúa siendo una tradición arraigada, marcada por la costumbre de disfrutar de dulces típicos como los huesos de santo y buñuelos. Sin embargo, la creciente influencia de Halloween ha transformado la oferta dulce, llevando a muchos pasteleros a innovar con creativas propuestas como calabazas y dedos de mazapán.
Las confiterías tradicionales no dejan de lado los clásicos buñuelos y huesos de santo, estos últimos representando el 90% de las ventas durante la temporada, según la información proporcionada por Juan Carlos Hernández, portavoz de la Asociación de Artesanos Pasteleros de la Región de Murcia (Arepa). Hernández señala que, aunque los dulces pueden tener variaciones con rellenos de chocolate, nata, crema o vainilla, “lo clásico siempre prevalece”.
Para aquellos que optan por celebrar Halloween, las confiterías artesanales de la región ofrecen una variedad de delicias como calabazas y dedos hechos de mazapán o chocolate. Estas opciones han ganado popularidad, especialmente entre la juventud.
Ambas festividades han alcanzado un equilibrio casi perfecto en ventas, reflejando que “la juventud se siente más identificada con Halloween, mientras que los forasteros no siempre están familiarizados con nuestras tradiciones”. No obstante, Hernández destaca que el Día de Todos los Santos mantiene una clientela leal, donde algunas familias llevan generaciones encargando sus dulces como parte de un ritual.
A pesar del aumento significativo en precios de materias primas como mantequilla, chocolate y huevos, los pasteleros artesanales están haciendo un esfuerzo por no transferir completamente esos costos a los consumidores. “Hemos ajustado los precios ligeramente, pero seguimos muy por debajo de lo que se ha incrementado en los insumos”, concluyó Hernández.
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