MURCIA, 14 Jul. - La Guardia Civil ha desarticulado un grupo delictivo que se dedicaba a atracar comercios en la región. La operación 'Pimur' ha llevado a la detención de cinco personas como presuntos autores de pertenencia a grupo criminal, robo con violencia e intimidación, sustracción de vehículo y usurpación de estado civil.
Los especialistas en Policía Judicial han encontrado objetos utilizados en los crímenes, han recuperado efectos robados y han resuelto hasta ahora unos treinta delitos.
La operación comenzó en noviembre del año pasado cuando la Guardia Civil detectó un robo violento en un comercio de Torre Pacheco. Los criminales usaron una furgoneta robada en Cartagena y luego abandonada en una zona agrícola, un método común en este grupo delictivo.
Las pruebas y otros elementos llevaron a la conclusión de que se trataba de un grupo delictivo organizado con experiencia en robos. A partir de ese momento, el grupo se centró en atracar comercios como salones de apuestas y estaciones de servicio.
Este grupo criminal operaba al mismo tiempo que otro con características similares en la zona del Mar Menor, que fue desmantelado en la operación 'Game-rol'. Se detectaron conexiones entre ambos grupos debido a la participación de una misma persona en ambas organizaciones, lo que dificultó las investigaciones.
La principal diferencia entre ambos grupos radicaba en su forma de actuar. Los detenidos en la operación 'Pimur' no dudaban en usar la violencia, lo que causaba lesiones a las víctimas y generaba alarma en la sociedad.
Su objetivo era robar rápidamente dinero en efectivo y otros objetos de valor utilizando la violencia e intimidación contra los empleados de los comercios, principalmente estaciones de servicio y salones recreativos.
Antes de cometer los robos, estudiaban la zona, controlando los horarios de apertura y cierre de los establecimientos, así como el número de trabajadores y las vías de escape. La mayoría de las víctimas eran mujeres.
La Guardia Civil diseñó un dispositivo de vigilancia para prevenir y frustrar este tipo de delitos. Ante el incremento de la presencia policial, el grupo delictivo cambió de objetivo y comenzó a cometer robos violentos a peatones, generalmente mujeres mayores.
Estos robos también se basaban en una vigilancia previa y en acechar a las víctimas cerca de sus hogares. La violencia era desmesurada y su objetivo era robar dinero, joyas y otros objetos de valor. En algunos casos, incluso entraban en las casas de las víctimas.
Además de las vigilancias previas y la planificación de su escape, los criminales intentaban ocultar su identidad utilizando identidades falsas para evitar ser vinculados a los crímenes y rastreados por los investigadores.
La investigación demostró que el grupo criminal estaba liderado por uno de sus miembros, quien controlaba y ordenaba los objetivos y tareas a realizar. Se constató que este grupo era más hermético que el desmantelado en la operación 'Game-rol' en marzo.
A finales de junio, la Guardia Civil llevó a cabo la fase de explotación de la operación, con la entrada y registro de cinco lugares en los municipios de Murcia (Sucina), Cartagena (Pozo Estrecho, La Palma y La Puebla) y Los Alcázares. Los cinco miembros del grupo delictivo fueron detenidos y se incautaron un vehículo, dinero en efectivo, un arma simulada y ropa utilizada en los atracos.
El análisis de la información obtenida durante la operación ha permitido resolver unos treinta delitos cometidos en toda la región, principalmente en los municipios de Murcia, Cartagena, Fuente Álamo, San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, Alhama de Murcia, Totana, Mazarrón y Lorca. La Guardia Civil continúa con la investigación, ya que se sospecha que el número de delitos puede aumentar.
Los detenidos, los objetos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de San Javier, que dirigió la operación y ordenó el ingreso en prisión de los cinco detenidos.