En la región de Murcia, el 31 de diciembre, la Guardia Civil ha emprendido una notable investigación en Cieza que busca esclarecer una grave agresión ocurrida recientemente. Esta actuación ha llevado a la identificación, localización y arresto del presunto responsable de esta violenta confrontación, quien enfrenta cargos por homicidio en grado de tentativa.

El inicio de estas diligencias se remonta a finales de noviembre, cuando varios vecinos del municipio utilizaron el servicio de emergencias 112 para reportar una agresión en una de las calles más transitadas del núcleo urbano ciezano. Las patrullas de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil y la Policía Local respondieron rápidamente a la alerta.

Sobre el terreno, los agentes encontraron a un individuo en completo estado de inconsciencia, bañado en sangre. Ante la gravedad de sus heridas, fue atendido de inmediato y trasladado en una ambulancia medicalizada al hospital de la capital murciana. Allí, los médicos realizaron una intervención quirúrgica urgente para salvar su glóbulo ocular derecho, además de atender otras fracturas, como el tabique nasal y una muñeca rota, entre otras heridas menos graves.

Los miembros de la Guardia Civil llevaron a cabo una meticulosa inspección en el lugar de los hechos y realizaron diversas pesquisas con el fin de recabar la mayor cantidad de pruebas posibles que esclarecieran la agresión y ayudaran a identificar al agresor.

El equipo del Área de Investigación de la Guardia Civil en Cieza se dedicó a recorrer a pie la ruta que se presume siguió el agresor desde el punto donde comenzó la pelea hasta el lugar donde quedó la víctima. El objetivo era desmontar la secuencia de los acontecimientos que llevaron a esta brutal agresión.

A lo largo de esta investigación, los agentes contaron con la inestimable colaboración de la comunidad, cuyos testimonios fueron fundamentales para identificar al presunto autor de la agresión. Gracias a la cooperación ciudadana, los investigadores pudieron formar un cuadro más claro de la situación.

Con los indicios recabados, la Guardia Civil organizó un dispositivo de búsqueda que resultó exitoso, culminando con la detención del sospechoso, quien se enfrenta a acusaciones de homicidio en grado de tentativa.

La investigación reveló detalles alarmantes sobre el ataque: los agentes descubrieron que el detenido había golpeado a la víctima en un acto de ferocidad desmedida, utilizando un tubo de PVC para propinar hasta 26 golpes. Además, se detectó que ambos individuos tenían rencillas previas, lo que sugiere que el ataque no fue un episodio aislado, sino el resultado de un conflicto acumulado.