Un nuevo plan de acción ha sido implementado por la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor para combatir una de las plagas más perjudiciales para los pinares de nuestra Región: la procesionaria del pino. Este esfuerzo se enmarca dentro de un tratamiento fitosanitario, el cual se llevará a cabo a través de métodos aéreos utilizando insecticidas biológicos, y comenzará esta misma semana.

El programa se enfoca en un extenso área de 1.678 hectáreas, distribuidas en los municipios de Calasparra y Murcia. Para ello, se ha decidido optar por un insecticida biológico a base de la bacteria Bacillus thuringiensis, que ha sido debidamente registrado en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este insecticida es especialmente adecuado para aplicaciones aéreas, lo que implica el uso de un helicóptero especializado para la fumigación.

La plaga de la procesionaria del pino, conocida científicamente como Thaumetopea pityocampa, representa una amenaza significativa para los pinares locales, en especial en las áreas iluminadas del bosque. Esta situación ha sido confirmada por declaraciones oficiales del Gobierno regional, que han subrayado la gravedad de la plaga en las repoblaciones de la zona.

Las condiciones climáticas actuales, caracterizadas por sequías y temperaturas inusualmente agradables para esta época del año, han contribuido al aumento de esta plaga. Ante este contexto, la Consejería ha decidido proceder con el tratamiento fitosanitario para proteger nuestros pinares del avance de esta amenaza natural.

En Calasparra, las acciones se centran en más de 531 hectáreas de pinares, abarcando los montes de utilidad pública números 3 y 4, que se encuentran en la Sierra del Molino y la Sierra de la Serrata del Puerto. Este esfuerzo es parte de un plan más amplio que busca preservar y mantener la salud de nuestros bosques.

No solo busca controlar la procesionaria del pino, el fitosanitario también tiene la capacidad de erradicar otras plagas, como los perforadores y el muérdago. En el municipio de Murcia, el tratamiento abarcará 1.139 hectáreas, incluyendo la finca municipal Majal Blanco y áreas de los montes de utilidad pública en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy.

En todas las áreas donde se llevará a cabo este tratamiento, ya se han tomado medidas preventivas para controlar el acceso de personas durante la ejecución de los trabajos. Los agentes medioambientales, junto con la empresa encargada de estas labores, Tragsa, están trabajando de manera coordinada para garantizar que el proceso se desarrolle de forma segura y efectiva, protegiendo tanto la salud pública como el medio ambiente local.