En Murcia, la Guardia Civil ha llevado a cabo la desarticulación de un vertedero clandestino de neumáticos y otros productos peligrosos, como parte de una investigación que ha resultado en la acusación de una persona por seis delitos de falsedad documental, según información proporcionada por fuentes de la Benemérita.
La denominada operación ‘Predicador’ comenzó en mayo pasado, gracias a un aviso de un vecino de la pedanía murciana de Era Alta, quien alertó sobre la acumulación descontrolada de más de mil neumáticos y otros residuos peligrosos cerca de viviendas habitadas.
El SEPRONA se encargó de la investigación y confirmó la presencia de estos productos destinados supuestamente a su destrucción, identificando al responsable del vertedero clandestino, quien no pudo justificar el origen de las mercancías.
En el lugar se encontraron más de 1,000 neumáticos de diversas marcas, tamaños y modelos, así como más de 200 envases de 25 litros de resinas de poliéster vencidas, junto con otros residuos peligrosos y materiales inflamables.
Las pesquisas realizadas llevaron al hallazgo de un contenedor destinado a Nigeria, que fue inmovilizado al no coincidir su contenido, mayormente neumáticos usados, con la información de las facturas, donde se falsificaron datos comerciales, sellos y firmas de supuestos vendedores.
Al examinar los documentos aduaneros, se descubrió que las empresas afectadas, sin conocimiento de estas prácticas fraudulentas, aparecían como exportadoras.
Los investigadores determinaron que algunas de las compañías en las facturas nunca habían vendido mercancía a este individuo, y que otras habían entregado menos cantidad de la que se registraba en los albaranes.
En algunos de los documentos falsificados, se utilizaron sellos estampados en varias páginas de las declaraciones aduaneras con las mismas manchas y deformaciones, repetidas en facturas de diversas exportaciones y fechas.
Se descubrió que los neumáticos destinados a Nigeria, clasificados como residuos, se documentaban como neumáticos de segunda vida para agilizar su exportación y evitar la carga administrativa, a espaldas de las empresas que se los entregaban.
Según la investigación, el método utilizado para falsificar documentos implicaba obtener facturas oficiales de una empresa para crear nuevas facturas con la misma plantilla y, en ocasiones, sellos, con el fin de dar legalidad a las mercancías.
Actualmente, la exportación de residuos a países fuera de la Unión Europea está estrictamente regulada y controlada, requiriendo notificación previa al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y aceptación por el país de destino.
La operación ‘Predicador’ ha resultado en la instrucción de diligencias contra un ciudadano nigeriano por presuntos delitos de falsedad documental, quien ha sido puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Murcia.
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