Las fuerzas del orden intervienen en centros educativos de Murcia por hallazgos de material peligroso.

El 29 de mayo en Murcia, la Policía Nacional ha dado a conocer una preocupante situación relacionada con la seguridad en instituciones educativas. Este año, expertos en la desactivación de explosivos y la neutralización de riesgos asociados han retirado un total de doce kilos de ácido pícrico, un material explosivo, de colegios y universidades de la región.
Este compuesto, que presenta un alto grado de inestabilidad, puede volverse extremadamente peligroso si no se maneja adecuadamente. Además de representar un riesgo para la seguridad, su presencia es nociva para el medio ambiente. Históricamente, el ácido pícrico fue comúnmente utilizado en laboratorios de química y biología como marcador y colorante, pero con la llegada de alternativas más seguras, su uso ha disminuido considerablemente.
Las autoridades han detectado un total de 43 envases de esta sustancia en 17 centros de Educación Secundaria y Formación Profesional, así como en la Universidad Politécnica de Cartagena y diversas facultades de la Universidad de Murcia. Los especialistas del grupo técnico TEDAX-NRBQ de la Policía Nacional han llevado a cabo la neutralización de estos materiales de manera controlada.
Para realizar esta operación, la Policía ha contado con el apoyo de diversas entidades, incluyendo la Unidad de Drones de la Jefatura Superior de Murcia, Cruz Roja, y el Servicio Murciano de Salud, a través de su Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061. También se ha trabajado en coordinación con la Sección de Agentes Medioambientales de la Consejería correspondiente.
El ácido pícrico fue introducido como colorante a principios del siglo XX y llegó a los laboratorios educativos en la década de 1990. Su uso estaba destinado a identificar sustancias orgánicas y como antiséptico para quemaduras, además de su utilidad en la fijación de tejidos.
Sin embargo, con el paso de los años, este compuesto se ha vuelto inestable y altamente inflamable, lo que conlleva un riesgo potencial de explosión debido a impactos, movimientos bruscos o calentamientos. Es importante subrayar que el ácido pícrico es tóxico al contacto con la piel, por lo que las autoridades alertan sobre la necesidad de no abrir ni manipular los recipientes una vez que se han detectado.
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