Crónica Murcia.

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Mar Menor alcanza temperatura media de 32º, elevando el riesgo de hipoxia.

Mar Menor alcanza temperatura media de 32º, elevando el riesgo de hipoxia.

El Mar Menor se enfrenta a un delicado estado de equilibrio, caracterizado por una situación “inestable”, que podría deteriorarse si se presentan condiciones como calmas prolongadas y un aumento significativo de la temperatura. Según expertos, esto podría incrementar notablemente el riesgo de episodios de hipoxia, lo que generaría serias consecuencias para este ecosistema. A pesar de ello, se destaca que el Mar Menor posee una notable capacidad de recuperación y mantiene su integridad ecológica, aunque se percibe una clara amenaza que pone en riesgo su futuro.

En una reciente rueda de prensa, Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de la Universidad de Murcia y autor del análisis titulado 'Estado ecológico del Mar Menor', compartió estos hallazgos, acompañado por el consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez. Durante su exposición, Ruzafa subrayó la gravedad de la situación actual.

La preocupación aumentó al alertar sobre el incremento de la temperatura del agua en el Mar Menor, que ha alcanzado inusitadamente un promedio de 31º-32º este año. Este dato marca un récord en la serie histórica de dos décadas, y los pronósticos apuntan a un agravamiento de esta tendencia, atribuida principalmente al cambio climático, un problema frente al cual, lamentablemente, poco se puede hacer.

Ruzafa hizo un llamado a no bajar la guardia, enfatizando que el verano atípico en el que estamos inmersos nos mantiene al borde de una situación crítica. El experto instó a la colaboración entre el Gobierno regional y el Ministerio, advirtiendo que las afirmaciones sobre planes perfectos por parte de la Unesco no tendrían valor si el sistema ecológico colapsa.

El equipo de investigación liderado por Ruzafa insistió en la necesidad urgente de implementar controles sobre el nivel freático y una gestión más efectiva del acuífero cuaternario. Esto es crucial para mitigar la entrada de aguas nitrificadas que amenazan la calidad del Mar Menor.

A pesar de que los indicadores de calidad de agua del Mar Menor, como la transparencia, el oxígeno disuelto, la clorofila y el material en suspensión, se han mantenido en niveles aceptables tras cuatro años de autorregulación ecológica, el estado general del ecosistema permanece en un “equilibrio inestable”. Este año ha notado un aumento de afectación debido a la cantidad de agua y nutrientes que han ingresado desde el acuífero.

El informe revela que la mayor carga de agua y nutrientes ha sido consecuencia de las descargas del acuífero tras las lluvias de marzo, sumado al aumento de temperaturas observado este verano, con un incremento de 1.2 grados centígrados sobre la media de junio en comparación con el año anterior.

Finalmente, el estudio advierte que la vulnerabilidad del ecosistema del Mar Menor sigue siendo un desafío persistente, exacerbado por la presión que ejerce la entrada de agua cargada de nutrientes, especialmente a través de la rambla de El Albujón.