En un contexto preocupante para la seguridad pública, la Guardia Civil ha dado un paso significativo al detener a tres jóvenes, uno de los cuales es menor de edad, en relación con una serie de robos violentos que han dejado huella en la comunidad de Santomera y la pedanía murciana de El Raal. Esta investigación, llevada a cabo por las autoridades, se enmarca dentro de la operación conocida como 'Redrovi', de la cual han surgido importantes detalles sobre la actividad delictiva de estos individuos.

Desde septiembre, estas localidades han sido el escenario de nueve delitos que han involucrado violencia e intimidación, generando un clima de inquietud entre los ciudadanos. Los primeros indicios que llevaron a las autoridades a actuar fueron las quejas y denuncias de los vecinos, quienes compartieron su creciente temor ante un aumento notable de atracos en sus alrededores.

Los investigadores del Instituto Armado, atentos a esta alarmante situación, comenzaron a indagar en los casos reportados. Durante el trabajo inicial, lograron establecer que los robos habían sido perpetrados por tres jóvenes que adoptaban un modus operandi similar, asaltando a sus víctimas en el mismo entorno geográfico. Esta coordinación en sus acciones hizo que la investigación tomara un rumbo más claro.

El enfoque de estos delincuentes era evidente: esperaban las horas de la tarde para atacar a transeúntes solitarios, en su mayoría personas de edad avanzada. Los asaltantes no solo intimidaban a sus víctimas, sino que también no dudaban en utilizar la violencia física, golpeando y empujando a quienes se interponían en su camino. Tales actos han dejado a varias de sus víctimas con contusiones y heridas de diferentes grados, lo que ha sido un claro indicativo de la brutalidad de estos delincuentes.

La recopilación de evidencias ha sido clave para la Guardia Civil. Gracias a las grabaciones de las cámaras de videovigilancia de los comercios locales y a la información proporcionada por testigos y las propias víctimas, los investigadores pudieron determinar que los implicados eran en efecto tres jóvenes de la zona, lo que les permitió avanzar hacia su identificación.

La conclusión de la investigación fue exitosa, logrando identificar a los sospechosos, siendo uno de ellos vinculado a un robo al usar una tarjeta bancaria que había sido sustraída durante uno de los asaltos. Esta conexión fue crucial para consolidar las pruebas en su contra.

La operación 'Redrovi' ha llegado a su fin con la detención de estos tres individuos, a quienes se les atribuyen de manera específica un total de dos a cuatro robos con intimidación y violencia. Esta rápida respuesta de la Guardia Civil ha sido recibida con alivio por parte de la comunidad, que exigía una solución ante esta ola delictiva.

Como resultado de estas detenciones, se han recuperado diversas pertenencias robadas, incluyendo joyas, teléfonos móviles y un reloj, los cuales han sido devueltos a sus legítimos propietarios. Los detenidos, junto con los objetos recuperados y la documentación relativa al caso, han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales para que se tomen las medidas pertinentes, marcando un paso más hacia la restauración de la confianza y la seguridad en estas comunidades afectadas.