
En el Palacio de Justicia de Murcia, el exlíder regional, Ramón Luis Valcárcel, se presentó este lunes como testigo en el juicio relacionado con el caso Novo Carthago. Durante su declaración, Valcárcel subrayó que su implicación en el proyecto fue estrictamente de naturaleza política y que nunca otorgó su aprobación a la iniciativa urbanística.
Frente a las preguntas del fiscal anticorrupción en la décima sesión del proceso, el ex presidente autonómico aclaró que no tuvo conocimiento del proyecto hasta que asistió a su presentación oficial, realizada por la promotora Hansa Urbana en julio de 2003. Valcárcel mencionó que su presencia en dicho evento fue porque consideraba que se trataba de un proyecto relevante para la Región, a pesar de no haber sido informado previamente por el consejero de Agricultura, Antonio Cerdá, ni por la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro.
“Si hubiéramos tenido alguna duda sobre la viabilidad del proyecto, ni el consejero ni yo estaríamos aquí”, enfatizó Valcárcel, al ser interrogado sobre su posible asistencia al evento si hubiera sabido que el plan afectaba a terrenos protegidos. Además, aseguró que desconocía la reunión que tuvo lugar en mayo de 2004, a la que asistieron Cerdá y otros representantes de Hansa Urbana, negando cualquier conexión con los participantes de ese encuentro.
El ex presidente reiteró que su función en ese momento no era realizar evaluaciones técnicas del proyecto, sino ejercer un papel político como máxima autoridad de la Comunidad Autónoma. “No tenía sentido que me reuniera con inversores”, añadió, recordando que el personal a su cargo incluía a numerosos funcionarios que se encargaban de los detalles técnicos.
Valcárcel también recordó que, en una sesión de la Asamblea Regional, la oposición había cuestionado al Gobierno sobre supuestos intereses en proyectos específicos, aunque sin hacer referencia al controvertido caso de Novo Carthago. En esa ocasión, él fue firme al declarar que “no se construiría ni un ladrillo en Lo Poyo”, asegurando que los consejeros nunca habrían permitido tal cosa.
Por último, el ex presidente subrayó que aunque había interés por el desarrollo turístico en la Región, él nunca autorizó el proyecto, destacando que hasta la fecha no se había realizado ninguna construcción. “Eso debe significar algo”, concluyó, apuntando a la falta de avances tangibles respecto al ambicioso plan.
Otro testigo en el juicio fue Francisco Marqués, quien se desempeñó como consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio entre 2004 y 2005 bajo la administración de Valcárcel. Marqués confirmó que el procedimiento relacionado con el macroproyecto de Novo Carthago estaba en una fase avanzada cuando asumió su cargo. Además, indicó que su predecesor, Antonio Cerdá, no le había proporcionado información detallada sobre el proyecto y que los jefes de servicio del área de Medio Ambiente apoyaron la aplicación de un Plan de Ordenación de Recursos Naturales que había sido actualizado en 2003.
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