En un exitoso operativo llevado a cabo por la Policía Nacional, se ha desmantelado una organización criminal activa en las provincias de Cádiz y Murcia, acusada de involucrarse en la trata de mujeres y su explotación sexual en diversos prostíbulos y clubes. Este operativo ha conducido a la arresto de ocho individuos en Murcia y uno más en Cádiz, además de liberar a tres víctimas de esta red delictiva.

Los detenidos enfrentan serias acusaciones que incluyen trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución forzada, y diversos delitos en contra de la salud pública y la ley de extranjería. Esta operación resalta la urgencia de combatir estas actividades ilegales que atentan contra los derechos humanos.

Las víctimas, originarias de Sudamérica, eran captadas en sus países mediante engañosos anuncios de trabajo que prometían empleos dignos como cuidadores de personas enfermas en España. Sin embargo, al llegar al país, descubrieron que su situación había cambiado drásticamente y que serían obligadas a ejercer la prostitución.

La investigación comenzó en diciembre de 2023, tras la valiente declaración de una de las víctimas, quien alertó sobre el funcionamiento de esta organización criminal que operaba bajo el disfraz de una legítima oferta laboral. Las pesquisas iniciales llevaron a los agentes a confirmar la existencia de un grupo especializado en la explotación de mujeres en situaciones vulnerables.

El modus operandi de esta red se centraba en atraer a mujeres desamparadas, ofreciéndoles trabajo bien remunerado, solo para luego manipular sus expectativas. Las potenciales víctimas eran contactadas a través de aplicaciones de mensajería, creando una relación de confianza mediante tácticas engañosas.

A su llegada a España, se les indicaba que el puesto de trabajo en el cuidado de personas ya no existía y que debían dedicarse a la prostitución, obligándolas a entregar casi la totalidad de sus ingresos por los servicios prestados. Este tipo de manipulación revela la crueldad de la organización y su desprecio por la dignidad humana.

La red también se encargaba de gestionar las comunicaciones y los servicios sexuales, estableciendo tarifas, atendiendo a clientes y recaudando las ganancias obtenidas de las víctimas. Su sofisticada organización les permitió mantener un estilo de vida lujoso, a pesar de no tener una fuente de ingresos legítima.

Los investigadores localizaron diversos prostíbulos y clubes relacionados con los acusados en las mencionadas provincias. Durante una de las entradas en un prostíbulo en Jerez de la Frontera, encontraron a tres mujeres que ejercían la prostitución en condiciones deplorables, hacinadas y sin las mínimas condiciones de salubridad.

Una de las detenidas poseía en el momento de su arresto sustancias ilegales y medicamentos destinados a tratar disfunciones en sus clientes, lo que resalta aún más la gravedad de la situación en la que se hallaban las víctimas. La cabecilla de esta organización residía en Murcia, donde se realizó un operativo que resultó en varias detenciones.

Al finalizar las intervenciones, los agentes lograron incautar un total de 1.765 euros, documentación contable del grupo, drogas y fármacos relacionados con la actividad ilícita. Además, se recogieron varios teléfonos móviles para analizar su contenido y detectar a otras posibles víctimas.

La Policía Nacional ha habilitado la línea telefónica 900105090 y el correo electrónico [email protected] para que cualquier ciudadano pueda colaborar y denunciar de manera anónima y confidencial cualquier actividad sospechosa relacionada con esta lacra social, garantizando que la identificación del denunciante no será registrada en la factura telefónica.