
La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor ha iniciado un ambicioso proyecto de restauración de bosques en la región, que abarca la plantación de 4.300 árboles de especies autóctonas. Esta iniciativa tiene lugar en el Parque Regional de Calblanque, así como en Monte de las Cenizas y Peña del Águila, de acuerdo con la información proporcionada por fuentes oficiales del gobierno regional.
El objetivo de este esfuerzo es fortalecer la protección de la biodiversidad local y mejorar la capacidad de los ecosistemas forestales para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático, como las sequías prolongadas y los incendios forestales.
El consejero Juan María Vázquez visitó el área de trabajo en el marco del Día Mundial de los Bosques, subrayando que esta acción refleja el compromiso del gobierno con una gestión forestal que sea no solo sostenible, sino también activa en la restauración de los entornos naturales de la región.
Vázquez enfatizó la importancia de estas iniciativas, resaltando que son fundamentales para asegurar la continuidad de los recursos forestales, proteger la diversidad biológica, prevenir incendios y contribuir a la reducción de la huella de carbono a través de la absorción de CO2.
El Gobierno regional se mantiene firme en su propósito de conservar y restaurar los espacios naturales de Murcia, colaborando con expertos y utilizando fondos europeos para garantizar la sostenibilidad de estos ecosistemas vitales, como explicó Vázquez.
El consejero destacó que esta reforestación convierte a Calblanque en un modelo proactivo frente al cambio climático, promoviendo la biodiversidad y la resiliencia de su entorno. En este sentido, el ciprés de Cartagena, una especie endémica y representativa de Europa, jugará un papel central en esta restauración.
Dentro del proyecto de plantación, se contempla la inclusión de 2.585 cipreses de Cartagena (Tetraclinis articulata), junto a 862 acebuches y otras tantas plantas de lentisco, distribuidos cuidadosamente en el Parque Regional.
Asimismo, se llevarán a cabo trabajos de construcción de 480 fajinas y albarradas con el fin de mitigar la erosión hídrica y estabilizar los suelos tras las labores de clareo.
El ciprés de Cartagena es considerado una especie resiliente, capaz de soportar condiciones adversas como la sequía y los incendios, y su hábitat se limita únicamente a ciertas áreas en Malta, lo que resalta su singularidad en el sureste español.
El consejero añadió que este esfuerzo también busca disminuir la competencia entre el ciprés y los pinos carrascos, adaptando de este modo el paisaje a las nuevas condiciones que impone el cambio climático.
El programa prevé la tala de 10,4 hectáreas de pinar, mientras que las nuevas plantaciones se llevarán a cabo en un área de 7,75 hectáreas. Además, se contempla proporcionar tres riegos de mantenimiento a las nuevas plantas a lo largo de un año, con el objetivo de concluir este proyecto en diciembre de 2025. Entre las iniciativas innovadoras, se planea establecer 14 bosquetes en el Monte de las Cenizas y restaurar zonas degradadas en el Barranco de la Culebra.
El proyecto también incluye la instalación de cajas-nido para aves y murciélagos, contribuyendo así al fomento de la biodiversidad dentro del ecosistema.
Financiadas por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE, estas obras representarán una inversión de 236.672 euros. Con un programa que abarca un año, este proyecto cuenta con el respaldo del Departamento de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia, destacando la efectividad de los fondos europeos en acciones concretas que benefician tanto al medio ambiente como a la comunidad, según lo manifestó el consejero Vázquez.
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