El 27 de octubre en Murcia, el Ayuntamiento ha dado un paso significativo en la preservación del patrimonio arquitectónico local al aprobar inicialmente dos modificaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Esta ampliación del Catálogo Municipal de Edificios y Elementos Protegidos incorpora 67 nuevos inmuebles de las zonas centro-este y centro-oeste de la ciudad, según se expuso en un comunicado oficial.
Se trata de la mayor ampliación de este catálogo en años, que incluye edificios representativos de diversas corrientes arquitectónicas, como el historicismo, el racionalismo y el modernismo. Estas corrientes fueron fundamentales en el desarrollo arquitectónico de Murcia desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX.
En la zona centro-este, se destacan 4 de los 44 edificios que han recibido un grado de protección superior. Entre estos se encuentran la Casa Pedreño, la Casa Jabonerías, el Edificio Radio Murcia y un edificio decimonónico, todos ellos calificados con un grado 2 de protección, lo que garantiza su conservación estructural. Los otros 41 inmuebles en esta área cuentan con un grado 3, logrando protección parcial por contener elementos arquitectónicos notables, tales como fachadas y elementos decorativos.
Entre los edificios de grado 3, se pueden admirar estructuras emblemáticas como el Edificio Telefónica, el Hotel Hispano y la Consejería de Salud, así como el Tribunal Superior de Justicia y el Edificio Belmonte, todos estratégicamente ubicados en calles clave de la ciudad.
El centro-oeste, por su parte, se verá enriquecido con la protección de 23 edificios, de los cuales tres se encuentran también bajo un régimen de mayor protección estructural. Esta última modificación amplía la cobertura de protección hacia el eje oeste, abarcando edificaciones residenciales y culturales que forman parte del tejido urbano tradicional de la zona.
Los tres edificios del centro-oeste que destacan con un grado 2 de protección son el Edificio Mariano Bo, el Edificio San Nicolás, y otro edificio con mirador ubicado en la calle Arzobispo Simón López. Además, se incluirán inmuebles importantes en áreas como Santa Catalina y San Antolín, que también representan la esencia del patrimonio arquitectónico local.
Ambas iniciativas se someterán a la aprobación del Pleno Municipal en octubre y abrirán un periodo de un mes para que los ciudadanos presenten sus alegaciones. Es relevante señalar que esta modificación no implica cambios estructurales y cuenta con el respaldo de la Dirección General de Patrimonio Cultural, así como de la Confederación Hidrográfica del Segura.
El Catálogo de Edificios y Elementos Protegidos del PGOU es un recurso esencial para la conservación de los valores históricos y culturales de la urbe. Este documento está diseñado para ser dinámico, permitiendo que se incorporen nuevos elementos a medida que se identifiquen bienes dignos de protección.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, enfatizó la importancia de la recuperación del patrimonio dentro de su visión para la ciudad. Destacó que ya se ha logrado revitalizar importantes sitios como los Cuarteles de Artillería y restaurar tramos de la muralla medieval. Asimismo, se sigue avanzando en la recuperación de las Fortalezas del Rey Lobo y el Palacio de Ibn Mardanís, como parte de un plan integral que ahora se expande con estos 67 nuevos edificios.
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