Sánchez respalda su postura ante Feijóo y le recrimina su complicidad con la corrupción durante 25 años.

En un tenso cruce de palabras en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no dudó en criticar duramente al presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras. Sánchez señaló que la decisión de dejar a inmigrantes sin hogar es una acción que sólo puede ser atribuida a "xenófobos y cobardes".
Las declaraciones del jefe del Ejecutivo español llegaron durante su intervención, donde se refirió directamente a López Miras en respuesta a las críticas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Sánchez argumentó que la acción de abandonar a inmigrantes no es una corrección o un acto de inteligencia, sino más bien una actitud destructiva y despreciativa.
Este intercambio de acusaciones se produjo tras el anuncio de la consejera de Política Social murciana, Conchita Ruiz Caballero, quien anunció la decisión de revocar la orden que permitía la adquisición de viviendas para alojar a menores extranjeros no acompañados. Su declaración tuvo lugar en medio de la presión ejercida por los líderes de Vox, quienes habían instado a la Comunidad a retirar dicha orden.
Sánchez no escatimó palabras al criticar a Feijóo, acusándole de haber encubierto los escándalos de corrupción dentro de su propio partido durante más de dos décadas. En sus afirmaciones, subrayó que el líder del PP había permitido que las irregularidades prosperaran bajo su vigilancia.
Recordó la trayectoria de Feijóo dentro del Partido Popular en Galicia, mencionando cómo se beneficiaba de un sistema que, supuestamente, se financió de manera irregular. A su juicio, la carrera política de Feijóo se había forjado sobre la complicidad con escándalos dentro de las filas populares, demostrando una falta de ética en su accionar.
Además, el presidente del Gobierno tildó de “doble moral” la actitud del PP, resaltando la inconsistencia en sus demandas de responsabilidad en el seno de su partido, mientras ellos mismos no gestionan correctamente las situaciones de corrupción. Sánchez indicó que se espera que todos los políticos asuman las consecuencias de sus actos, especialmente en lo que respecta a los casos de corrupción que han afectado a su adversario político.
El debate se tornó aún más ruidoso cuando Sánchez evocó el último congreso nacional del PP, subrayando lo que llamó la "cláusula Quirón", que, según él, pretende proteger a aquellos que cometen errores fiscales en detrimento de la justicia tributaria. Afirmó que si el PP volviera a gobernar, introducirían una reforma que favorecería a personas vinculadas con casos de defraudación fiscal.
El presidente español argumentó que la percepción pública sobre su gestión ha sido devastada por los escándalos aislados de algunos miembros, pero insistió en que eso no debería empañar el trabajo realizado en su administración a lo largo de los años. Reiteró que es injusto pagar por los actos de unos pocos, comparando su situación con los fallos de la oposición en áreas críticas como la gestión de tragedias en el país.
Finalmente, enfatizó su falta de temor ante unas elecciones anticipadas, mientras recordaba que estas deben celebrarse en el momento apropiado. Lamentó la continuidad del PP en la oposición y su aparente incapacidad para establecer alianzas políticas que no involucren a Vox, sugiriendo que su posición era frágil y dependía de promesas que jamás se cumplirían.
Sánchez finalizó criticando los intentos de los populares de distanciarse de su relación con Vox, acusándolos de ser una sombra de la extrema derecha, cuestionando su capacidad de gobernar y hacer alianzas que realmente representen los intereses de la ciudadanía.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.